Casi tres años duró la aventura de Daniel Tirado. Un día, cansado de la monotonía, emprendió un viaje que transformaría su vida por completo. Todas sus experiencias están en su libro “Viajando sin papel higiénico”
Daniel lo describe como un vacío, un llamado del subconsciente para cambiar. Su vida era cómoda, se graduó del Colegio Montessori, estudió un par de semestres de Administración de Empresas, tuvo novias y una vida nocturna activa. A pesar de ello, no se sentía completo hasta que tomó una de las decisiones más radicales de su vida. “Yo llevaba una vida bacana pero simple. Todo era igual, las mismas comidas, siempre pasear en Santa Marta o Cartagena. En mi casa había un mapamundi y yo lo giraba y pensaba: la realidad está afuera, quiero que me hablen otro idioma y conocer. Eso fue lo que hice”, dice.
Hoy, con sus 27 años, Daniel puede decir que conoce gran parte del continente asiático, descubrió las ventajas de ser mochilero, tuvo varios tipos de trabajo, se enamoró, se casó y regresó para presentar su libro “Viajando sin papel higiénico”, un completo relato con fotografías de su paso por países como Australia, Laos, Camboya, Corea del Sur, Japón, China, India, Singapur e Indonesia, entre otros.
Aprovechando sus destrezas de supervivencia y deportivas, participó del reality del Canal Caracol, Desafío, donde se dio a conocer y estuvo cerca de ser el ganador.
Vivir como nómada
Con pocos ahorros en el bolsillo pero con maletas llenas de artesanías para vender, Daniel salió para Australia, su primer destino de lo que sería el viaje más largo de su vida, en el que encontró su propósito y el amor de su vida, la japonesa Yuki Sakamoto.
Recorrió más de 53 mil kilómetros, 15 países, 42 ciudades, conoció amigos de muchas nacionalidades y tuvo todo tipo de empleos para subsistir. Fue mesero, limpió apartamentos, fue profesor de español y hasta deejay de salsa, labor que recuerda con cariño. “Por Facebook vi que la comunidad salsera en Asia era fuerte. Yo en Colombia toqué música electrónica y pensé que sería buena idea. Yo puse en la hoja de vida que tenía experiencia y toqué en clubes y bares de Indonesia, Corea del Sur, Japón y Vietnam. Yo no sabía mezclar salsa, me llevé una sesión pregrabada y me hacía el que mezclaba”, dice sonriendo.
A Yuki la había conocido en Australia, quería volver a verla y para ello debía ir hasta Japón, lo cual hizo recorriendo otros países y acumulando vivencias que no olvida. Comió insectos, escorpiones vivos y grillos. Escaló grandes rocas, caminó por montañas, cruzó ríos, pasó por incontables hostales y con su ritmo, asegura que lo normal en un día era gastarse 20 dólares, contando la alimentación. Para Daniel, el concepto de mochilero se debe revalidar. “Creemos que el mochilero es el hippie que se va tirando dedo, pero son muchos los que viajan por el mundo gastando poco dinero, quedándose en hostales y sin aguantar necesidades. Así fui yo”, asegura.
Cuando llegó a Japón tenía pensado quedarse una semana, aunque se terminó casando en un templo budista con Yuki y sus siete días se convirtieron en ocho meses.
Huir de la rutina
Actualmente Daniel vive con su esposa en el barrio Patio Bonito, ella es asesora de moda de una importante marca de ropa femenina, y él se encuentra promocionando su libro que se puede adquirir en las principales librerías de la ciudad. “Este libro es el terror de las agencias de viaje, con ellas desde los tiquetes aéreos las personas entran perdiendo”, dijo.
Su sueño es consolidar su proyecto en versión para televisión, dar tips de viaje, mezclarlo con supervivencia, deportes extremos y gastronomía.
Con su libro, Daniel quizás busque abrir consciencias, enseñar una forma diferente de viajar, de conocer el mundo y no dejarse consumir de la rutina. “Hay que describir el planeta en el que vivimos, las fronteras van más allá del recorrido de la casa hasta la oficina, es un espejismo monótono que poco a poco y sin darnos cuenta va consumiendo nuestras vidas”.
Lo imponente de la naturaleza
A través de las 333 páginas de “Viajando sin papel higiénico”, Daniel Tirado narra apasionantes historias de exóticos lugares por su cultura o por su paisaje. Uno de sus preferidos fue un arco de rocas ideal para escalar en el sur de China, allí filmaron escenas de la famosa película Avatar. También la locación en Tailandia donde se grabó La Playa, con Leonardo DiCaprio.
Durante sus más de 600 días de travesía, Daniel priorizó la naturaleza sobre las grandes ciudades. El país que más le gustó, y en el que viviría, es Laos. “Allí como que el tiempo no ha llegado, están como 30 años atrás, gente sin malicia, monjes tranquilos y un paisaje muy natural”.
Para viajar como mochilero descubrió CouchSurfing, una comunidad mundial que a través de la web interactúa y recibe mochileros de forma gratuita en miles de ciudades del planeta. “Hay mucha gente ahí registrada, se puede viajar así, pensando en qué aportarle al otro y viceversa”, asegura Daniel.