El mundo erótico de Alejandra
La creadora de El Divan Rojo, un espacio para la educación sexual y la erótica urbana, es una mujer que sueña con un país más tolerante, en el que las personas estén mejor informadas y vivan su sexualidad sin temores
No se guarda nada. Con la naturalidad de quien habla de lo que más conoce y lo que más la apasiona, Alejandra Quintero no tiene ni tapujos ni prejuicios para tratar temáticas que todavía a muchos les generan vergüenza o incluso relacionan con algo malo, prohibido o pecaminoso. Como un periodista deportivo que habla de fútbol o un arquitecto de construcciones, ella habla de erotismo y sexo con propiedad y conocimiento, sin caer en la superficialidad, hecho que le ha permitido crear su propia marca, con eventos y actividades, y ser diferente entre el gremio de la sexología. “No soy sexóloga, soy erotista y hedonista en formación. Es una apuesta de vida, de actitud desde el ser y una defensa del placer. Mis fuertes influencias son Michel Onfray y Nietzsche, El Diván Rojo es el placer de la transgresión erótica”, dijo.
Alejandra Quintero es psicóloga de la Fundación Universitaria María Cano, tiene especialización en psicología organizacional, y El Diván Rojo, su proyecto personal, además de actividades como talleres de masajes, cocina afrodisiaca, cine erótico y veladas eróticas, duró algunos meses al aire en formato de programa de televisión en Telemedellín. Luego, la Alcaldía quiso un mensaje más institucional y la invitó para que fuera la presentadora de Sexo a lo Bien, el cual lleva varios años en la programación del canal.
Detrás de la mujer que presenta Sexo a lo Bien, hay una defensora de la diversidad sexual, una persona que acepta y acoge las críticas, y una mujer que cree que el placer y la sexualidad pueden ser la base de una sociedad mejor.
¿Cómo recibe las críticas?
A mí me encantan hasta las destructivas, los elogios siempre llegan y los agradezco con humildad, pero las críticas me recrean, me llenan y es la forma de construcción. Con el elogio el ego se infla y no creces. El problema es que algunos critican y no dan la cara, los invitamos al programa pero no van, pareciera que se quedaran sin argumento. Además me parece bonito porque es como una antropología histórica sexual de Colombia, así lo veo yo, ¡ay! que linda la gente como escribe que la homosexualidad es pecado, qué ternura.
¿Se podrá superar la homofobia en Colombia?
Vamos a mejorar cuando tengamos un país equitativo, un país defensor de los derechos humanos, un país educado, porque el miedo y la homofobia proceden de la ignorancia. Con un país más educado en todo sentido y en educación sexual, vamos a disminuir la homofobia. Y también cuando nos comprendamos como seres humanos, cuando ahondemos en la condición humana, seamos personas más sabias y conocedoras de que somos muy humanos.
¿Cómo analiza el bisexualismo y el lesbianismo en adolescentes de Medellín?
La orientación sexual y de género no se elige, nadie elige ser bisexual, uno viene con ello. Los comportamientos bisexuales en adolescentes se pueden explicar por una forma de exploración de la sexualidad, todavía no está identificada con una orientación determinada. También puede que la persona sí sea bisexual y lo otro que puede pasar es que en los jóvenes esté muy influenciada por identificación entre pares, por el grupo, si en ciertas sub-culturas urbanas las relaciones bisexuales son aceptadas y les da más estatus, las niñas van a identificarse con eso sin que sean bisexuales. Lo otro que veo es que hay condiciones sociales para que la gente pueda expresarse más fácilmente, no es que haya más gays que antes, sino que ahora hay más condiciones para salir del clóset que antes; antes eran los mismos, simplemente que se ocultaban.
¿Cómo mejoraría la educación sexual en los colegios?
Que sea desde preescolar involucrando el afecto y diferentes funcionalidades de la sexualidad, no solo la función reproductiva, sino la función comunicativa, el género y equidad, y la diversidad sexual que no se habla en los colegios. En los colegios que tienen educación sexual, lo que se habla es de métodos anticonceptivos, embarazos e infecciones, y esa es la parte más terrorífica de la sexualidad, entonces al adolescente le queda la idea que la sexualidad es peligrosa y así no estamos educando, estamos es generando una sexualidad temeraria. Otra cosa es que la educación sexual debe estar aparte de cualquier ideología religiosa.
¿Una buena sexualidad puede ser la base de una sociedad mejor?
Claro que sí, una estructuración familiar en una sexualidad libertaria, emancipada, auténtica y humana, realmente permitiría una sociedad equitativa. Los mercados de los cuerpos se disminuirían, haríamos una construcción ética más auténtica sin doble moral, tendríamos una sexualidad responsable, reduciríamos la violencia sexual contra las mujeres y las enfermedades. Sería una sociedad que disfruta la sexualidad, que la vive sin culpa y sin vergüenza, tendríamos seres humanos felices viviendo placer a través de sus cuerpos. Una sociedad más feliz, como lo dice el hedonismo.