¿Cuántos programas de formación universitaria existen en el mundo? El listado puede ser enorme.
En eso pensaron María Clara Prieto, Leonardo López y Diana Giraldo cuando, por pura casualidad, se juntaron en una reunión. Ellas, que se conocieron haciendo una maestría, buscaban a un desarrollador para que les ayudara con su emprendimiento: un e-commerce. La reunión se desvió y rápidamente empezaron a hablar de las dificultades que habían tenido al momento de buscar qué estudiar para seguir creciendo. La chispa les llegó cuando pensaron en crear un metabuscador que indexara pregrados, posgrados y cursos de formación continua de diversas universidades.
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Golondrix, una metáfora que parte de la migración de las golondrinas, apareció entonces como una solución para quienes buscaban qué estudiar. Fue lanzado en septiembre de 2019, aunque su trabajo empezó a finales de 2017. Funciona como un motor de búsqueda para encontrar programas de estudio de educación superior y cursos online a escala mundial. Son cerca de 475.000 cursos dictados en inglés entre presenciales y virtuales.
Al principio, su mercado era Estados Unidos. Pronto se percataron de que en realidad, cualquier persona en el mundo que esté buscando estudio puede utilizar sus servicios, así que además de indexar programas de universidades estadounidenses, empezaron a ampliar el universo y hoy están en más de 100 países y en solo cinco meses llevan 2.853 usuarios de países como Estados Unidos, España, Nepal, Vietnam, Bangladesh, India, México, Perú y Bolivia.
Con una idea potente en la mente, buscaron apoyo. “Uno pensaría que en Medellín, ciudad innovadora, que tiene el reto de ser un centro para la revolución 4.0, una empresa de base tecnológica encontraría inversionistas. Y no”, señala Leonardo. Agrega Diana que “acá buscan empresas que ya estén produciendo, que tengan dividendos, y nosotros no los teníamos”. Entonces, además de un apoyo económico, estos socios también necesitaban asesoría para entender cuál sería su modelo de monetización. Por eso se presentaron a una convocatoria en Nueva York y lograron ser parte de un fondo de aceleración.
Uno de los valores que diferencia al buscador es que está centrado en el usuario: “otros te ofrecen cursos de universidades que les pagan; a nosotros nos interesa ofrecer la mejor solución para quien nos consulte”. Trabajan en proyectos que les permitan conocer mejor a los usuarios y sus búsquedas y así poder compartir información a centros educativos sobre los programas que deberían ofrecer y a las empresas, sobre planes de capacitación para sus empleados.
Aún estudian modelos de monetización. Hoy los tres trabajan tiempo completo en su empresa con la idea de que rápido sea una herramienta reconocida en el ámbito global.