El imperio panadero que conquista a Colombia

Los marinillos aún dominan aproximadamente el 90% de las panaderías del país, expandiendo sus secretos y tradiciones al resto de Colombia y Latinoamérica.

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En las calles de Marinilla se respira tradición y, sobre todo, el aroma inconfundible del pan recién hecho. Este municipio del Oriente antioqueño es conocido no solo por su rica historia, sino por ser la cuna de miles de panaderos que, con su esfuerzo y dedicación, han llevado el oficio a cada rincón de Colombia. Hoy, los marinillos son dueños o trabajadores en el 90 % de las panaderías del país, según los datos más recientes de la secretaría de Desarrollo Económico de Marinilla. Y su influencia no se queda ahí; también han abierto panaderías en Ecuador, Panamá, Perú y Costa Rica.

El fenómeno comenzó en los años 50, cuando Jesús Antonio Serna Gómez, un campesino de Marinilla, se trasladó a Cali y abrió su primera venta de pandebono. Su éxito no sólo transformó su vida, sino que sembró una semilla que se esparció por todo el Valle del Cauca y, eventualmente, por el resto del país. Marinilla se convirtió así en la “fábrica” de panaderos de Colombia, una tradición que se ha mantenido viva de generación en generación.

En Cali aprendieron el arte de hacer pan y convirtieron su pasión en un negocio que se ha expandido incluso a otros países.

Aunque los marinillos aprendieron el oficio en el Valle del Cauca, específicamente en ciudades como Cali, Buga, Cartago y Palmira, su espíritu emprendedor y su habilidad para los negocios fueron clave para expandir la tradición panadera por todo el país. 

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Pensando en esta tradición y en el gusto por el pan, la Alcaldía de Marinilla ha apoyado eventos variados a través del tiempo.

Nombres icónicos como Octavio, Eduardo y Antonio Serna, junto a Arturo y Jesús Gómez, y familias como los Gallo y los Hincapié, lideraron este movimiento. Con apodos como “Los Chivos”, estos pioneros abrieron puertas a cientos de paisanos que llegaron al Valle en busca de oportunidades y consolidaron a los marinillos como los reyes del pan en Colombia.

Las panaderías de Marinilla no solo conservan las tradiciones, sino que también buscan adaptarse a los nuevos tiempos. Un ejemplo es la panadería Ritus, de Martín Castaño, que combina técnicas tradicionales con influencias europeas, como el uso de masa madre y repostería francesa. Esta combinación de tradición e innovación ha permitido que las panaderías de Marinilla sigan siendo un referente gastronómico tanto dentro como fuera de Antioquia.

La Panadería Miramar es una de las más emblemáticas de Marinilla. Sus recetas conservan tradiciones que datan de varias décadas.

El impacto de los panaderos de Marinilla va más allá de la economía local; es una historia de identidad y orgullo. Las panaderías no son solo negocios, son puntos de encuentro donde la comunidad se conecta con sus raíces y celebra sus logros. En cada rollo, pandebono o roscón se cuenta una parte de la historia de este pueblo, donde cada panadero contribuye con su granito de harina al patrimonio cultural de Marinilla.

La panadería, sumada a otros platos de su gastronomía, ha hecho que muchos conocedores y promotores de turismo consideren a este municipio como un destino gastronómico.
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