Es un sábado de noche y en el salón no hay espacio para una silla más. Al fondo, están Alex Restrepo y Santiago Vásquez, en la guitarra; Camila Mosquera canta y Valentina Chavarriaga es la bailaora. La gente tiene la atención sobre el escenario y algunas personas graban la presentación. Para todos, no hay algo más importante en este momento. Hay aplausos, algunos piden otra canción. Cada semana sucede algo parecido. Lo único que cambia es el tipo de música. Aquí puede estar una agrupación que interpreta jazz en cualquiera de sus formas. O tratarse de música de cámara, obras de Lucho Bermúdez o de un homenaje a Frank Sinatra.
Christian Salgado, arquitecto y fundador de este lugar, explica: “Aunque el jazz es el género central que da nombre a este sitio, nuestra programación incluye otros tipos de música. Nos interesa apoyar a los artistas y que la gente venga a conocerlos, aprenda un poco sobre ellos y pase un rato divertido. La variedad del programa también depende de lo que pasa. Dice que cada mes lo buscan artistas locales e internacionales que quieren presentarse en el club, y ellos reciben esa oportunidad”.
“SOMOS UNA ORGANIZACIÓN SIN ÁNIMO DE LUCRO. HACEMOS ESTO POR PASIÓN”, Christian SALGADO, fundador y director.
Además de la programación y el tipo de público que los acompaña, Christian Salgado menciona otro aspecto adicional que hace parte de su esencia: la presencia de este club en el centro de Medellín, un sector de la ciudad al que personas como él dan su valor y han evitado abandonar, como han hecho otras organizaciones. Cree que estar aquí es un mensaje: afirmar su valor y demostrar que aún es posible tener una vida cultural amplia y dirigida a todos los públicos.
Por amor a la música
El Club del Jazz fue fundado por Christian Salgado, su director actual, el 23 de julio del 2011. En este espacio de la calle Caracas con el Palo están desde hace dos años. Cuenta que es un espacio sin ánimo de lucro y todo lo que sucede en él está pensado para apoyar a los artistas y lograr que las personas aprendan y se diviertan. La idea de crearlo nació del deseo de “buscar puntos en común entre el Jazz y la gente”. Poco a poco, y a través de estos años, aquí se ha creado una comunidad. Para seguir adelante, esperan continuar con la visita del público y agrupaciones. También esperan recibir el apoyo de todo aquel que quiera sumarse. “Hacemos esto por pasión y con el deseo de aportar algo agradable y nuevo a la gente. Esperamos que ese apoyo nos permita lograrlo”.
Evolución y regalo
Christian Salgado cuenta que en estos 13 años de creación, la fundación que ha creado este lugar ha evolucionado de forma permite, a partir de unas charlas en las que participó en el Colombo Americano y en las que el jazz fue el tema central. Al preguntarle sobre lo que viene, dice que le gustaría que este lugar y todo lo que lo rodea sea “el faro del jazz en Medellín. Esta ciudad tiene muy buenos músicos y propuestas que requieren unificación de ellos y de las ideas musicales. Además de educar al público, hemos unido a los músicos y gracias a todo eso, el jazz ya se ve como uno solo. Además, queremos que este espacio sea un regalo para la ciudad, para que las personas puedan disfrutar del talento local e internacional. Queremos que cada persona viva la música de forma tranquila. Queremos tener más alcance en población y propuestas musicales; ser un punto de referencia. Una ciudad como esta merece tener un club como el que tenemos”.
DE NUEVA ORLEANS A MEDELLÍN
El jazz es un género musical que nació en Estados Unidos, a partir de una mezcla entre la música de las personas descendientes de africanos y otros géneros existentes como la ópera y los cantos religiosos. La ciudad de Nueva Orleans se convirtió en su punto de partida alrededor de 1910 y desde aquí llegó a otras ciudades como Nueva York y Chicago. En Medellín, el jazz se ha difundido a través de organizaciones como Medearte (antes Medejazz).