Un dispositivo creado en la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín, el Cono de Bedoya, el cual establece el método de ensayo en obra y en laboratorio, para la realización de pruebas de asentamiento de concreto en estado fresco, fue acogido en la Norma Técnica Colombiana NTC 396.
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Esto representa la autorización para que la institución y empresas del gremio constructor lo pueden fabricar sobre pedido y para la venta, como lo hace actualmente la cementera Alión.
Que el Cono de Bedoya haya sido incluido oficialmente en la Norma Técnica Colombiana NTC 396 del Icontec es un avance importante para el sector de la construcción, porque los resultados del procedimiento con el uso de la invención, “aunque estuviera patentado o los procesos de investigación y publicación fueran conocidos, las cementeras no deberían utilizarlo dado que no se reconocerían los datos obtenidos”, explica Carlos Mauricio Bedoya Montoya, profesor de la Escuela de Construcción de la Facultad de Arquitectura de la UNAL Medellín e inventor del dispositivo.
Si bien la NTC 396 aplica en el contexto colombiano, los beneficios se dan, incluso, a nivel internacional, de acuerdo con el docente, teniendo en cuenta que este ensayo se hace en el mundo de la misma forma desde hace más de 100 años utilizando únicamente el Cono de Abrams. En ese sentido, hay un impacto que genera gran satisfacción, pues como Universidad, el propósito es trasladar la investigación a la práctica:
“La ciencia y los hallazgos no tienen nacionalidad”,
añade.
El Cono de Bedoya puede ser usado para la investigación en universidades y tiene aplicación en obras y proyectos civiles. En el sureste de México, por ejemplo, hay actualmente dos estados de licenciamiento, con medidas y capacitación de la UNAL, que permite a las empresas que desean emplear el Cono de Bedoya, hacerlo.
En Colombia, el proceso de gestión de la norma se caracterizó por la rigurosidad y la participación propositiva que llevó a su ratificación en abril de este año y a su reciente publicación con la modificación relacionada que incluye el dispositivo permitiendo, además, estar disponible para venta y consulta en centros de investigación y universidades que tengan acceso a la base de datos del Icontec.
Mayor ergonomía y aprovechamiento de material
Entre las principales virtudes del uso del Cono de Bedoya en las pruebas de asentamiento están la precisión en el ensayo y en los resultados que entrega, sumado a los beneficios ergonómicos, destaca Harry Sosa Martínez, jefe de control de calidad de operaciones de concreto en Alión, al manifestar que este procedimiento se realiza unas 45 veces al día en el laboratorio de la empresa.
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Samuel Andrés Restrepo Gallego, laboratorista de concreto de Alión, dijo:
“Para una persona más alta que el promedio de las demás (como es su caso) es mucho más práctico, en el sentido que no toca agacharse ni hacer tanta fuerza y es también mucho más cómodo para una mujer que desee elaborar este ensayo”.
El método tradicional que es el Cono de Abrams requiere de 15 kg de hormigón, mientras que el Cono de Bedoya solo usa 4.5 kg, lo que también representa menor cantidad de escombros. Según el profesor Bedoya Montoya, se logra aproximadamente un 65 % en ahorro de materiales y de escombros.