Los ecosistemas del Pacífico colombiano enfrentan una creciente amenaza debido a la baja calidad del agua que llega al mar. Investigaciones recientes de la Universidad Nacional de Colombia revelan que los vertimientos de aguas residuales sin tratar y el impacto de la minería y la urbanización descontrolada están alterando la biodiversidad marina en las bahías de Buenaventura (Valle del Cauca) y Tumaco (Nariño), dos de los puertos más importantes del país.
Según el estudio del Grupo de Investigación en Ecología y Contaminación Acuática (Econacua) de la UNAL, estos cambios afectan directamente la pesca de especies comerciales como el barbinche, la pelada y el ñato, fundamentales para la economía local y la seguridad alimentaria de la región.
“Las descargas de aguas contaminadas modifican la salinidad del agua, lo que impacta la distribución de especies marinas y la producción pesquera”,
explica Diego Esteban Gamboa, investigador de Econacua.
El estudio analizó más de 6.400 peces en ambas bahías y evidenció diferencias preocupantes. Mientras que en Buenaventura la contaminación ha reducido la biodiversidad en las zonas cercanas a la costa, en Tumaco, aunque la diversidad es menor, las condiciones del agua son más estables. Además, los niveles de nitratos en Buenaventura son significativamente más altos debido a las descargas de residuos urbanos e industriales, lo que acelera la eutrofización y amenaza la vida acuática.
Los investigadores advierten que, sin medidas urgentes, como la construcción de plantas de tratamiento de aguas residuales y un manejo ambiental adecuado, la pesca artesanal podría verse gravemente afectada en los próximos años, poniendo en riesgo el sustento de miles de familias que dependen del mar para sobrevivir.