Por José Fernando Serna Osorio
Ilustración Saúl Álvarez Lara
Ingredientes: Un publicista y administrador de empresas, un cocinero, un mercaderista y un creativo. Preparación: un año y 8 meses cocinando una idea. Plato fuerte: definir el sabor de una marca.
La red social más grande que hay en el mundo es la mesa. Eso lo tienen claro Rafael, Pedro, Daniel y Mario, un grupo de amigos y profesionales que decidió apostarle a un negocio innovador y nunca explorado en el mundo en el que buscan el sabor y el olor de las marcas: marketing gustativo.
Y eso de que todo entra por los ojos, puede ser cierto, pero no es verdad absoluta. Finalmente, el olor y el gusto pueden generar mayor relación con una marca, de acuerdo con la investigación. Ellos se salieron de la monotonía de sus ámbitos profesionales y le apostaron a una idea de emprendimiento en la que exploran la comida como medio de comunicación.
La idea nació con Daniel Rueda y se unió Rafael Hernández, el primero creativo y el segundo publicista, vincularon una inquietud común a la que llegaron el cocinero Pedro Fernández y Mario Galán, un hombre con experiencia comercial. Sumaron poderes y conocimientos y con Eathnography echaron a “sazonar” unas recetas que, a los ojos de muchas empresas, ya sabe bien.
“La comida conecta todos los sentidos. Pensamos que no era loco pensar que las marcas se podían expresar a través de la comida y su propio sabor. Encontramos estudios de lo que pasa entre la mente, la memoria y como la comida es un medio de comunicación que genera relaciones. Nos tiramos al agua para encontrar la fórmula de sabores que pueden llegar a representar las marcas”, explicó Rafael Hernández.
Hace más de un año y medio iniciaron el estudio. Se devoraron toda la literatura disponible y tras un análisis no encontraron a nadie que hiciera esto en el mundo. Negocio potencial. De ahí en adelante vino la “cocción” de la idea y todo servido, obvio superando los sabores agridulces que conlleva emprender en Colombia.
La falta de apoyo para innovación que esté por fuera de la tecnología y en un producto que no existe han sido obstáculos a sortear, pero una experiencia inigualable para este equipo. El Museo de Antioquia, Showroom Inmobiliario y The Blue House, son tres marcas sobre las que ya se tiene patentado el sabor que les da la identidad a esos sitios.
Por ejemplo, el del Museo que fue llamado Biruji (palabra castiza que significa viento frío), es un producto con una combinación de sabores únicos, que se verá degustado en un helado, un cupcake, un té o un confite y que transmitirá al visitante una característica que lo identificará con el lugar.
Biruji – El sabor del Museo from Eathnography on Vimeo.
El proceso inicia con un taller especial en el que se auscultan todos los elementos que componen el espacio, la visión, el entorno, el producto y la misión de la marca. Luego se hace un proceso técnico en el laboratorio (cocina) y a través de un software diseñado por ellos mismos se aproximan a unos sabores únicos que combinados entre sí darán unas notas finales. Entre la base de datos tienen identificados 270 ingredientes y esperan llegar a 350, garantizando que con estos sabores se tendrá 56% más de memorabilidad que otros medios de publicidad.
“Nosotros nos podemos mover en cualquier rango y con cualquier proveedor para la producción. Esa es una de las garantías, lo único que sí exigimos es la auditoría de que el sabor sí salga como es. Podemos hacer desde dos cupcakes hasta un millón. Para nosotros cualquier tipo de proveedor es válido porque somos productores de sabores y garantizamos que es un buen producto”, agregó Hernández.
La implementación se puede hacer a través de eventos, puntos de venta, cross marketing o simplemente de manera interna con los empleados de la misma empresa, generando la recordación suficiente y un alto grado de fidelidad entre el consumidor y la marca (engagement).
Ya tienen aliados estratégicos como Griffith Foods, el Tour Gastronómico y en la línea investigativa, Consumer In-Site. Su espectro de marcas está en Bogotá y tienen en la mira cerca de 400 empresas. En un año esperan acaparar el 10% de ese total y dar un salto a nivel internacional donde ya han iniciado acercamientos y sociedades en una idea de negocio que comunica a través del paladar.