Los trabajos consistieron en el reforzamiento estructural en las luminarias y mejoramiento paisajístico, e incluyeron un proceso de pintura de los pasamanos superiores, así como la aplicación de esta en, aproximadamente, 1.300 paneles del puente, utilizando colores que buscan armonizar con el entorno urbano.
Como parte de la obra, se implementó un proyecto para intervenir las barreras anti-ruido existentes en varios sectores, así como el fortalecimiento de la red de corredores verdes con la siembra de más de 4.300 plantas.
También se instalaron 86 metros de materas en madera inmunizada y 296 metros en plástica, materiales seleccionados por su durabilidad y resistencia a las condiciones climáticas de Medellín.