Diego Monsalve Ortiz tiene 58 años y lleva 34 años en la vigilancia. Labora en la unidad Avellaneda, en el barrio San Lucas, desde hace 18 años. Llegó al sector de la seguridad primero porque le daba compañía a su padre y luego porque le hacía reemplazos.
Dice que ama su labor porque la gente es muy amable. En la unidad donde trabaja son 29 casas y cerca de 150 personas, a las que Diego siempre recibe con afecto, pues dice que son una especie de familia. “Paso más tiempo en el trabajo que en mi hogar”, apunta.
Tiene 11 hermanos y por la situación económica no pudo estudiar. Su meta era la sicología. Se casó hace 33 años, tiene dos hijos, Diego Andrés y Lina Vanesa, además de cuatro nietos, a quienes disfruta y “malcría” en sus tiempos libres.
Le faltan cuatro años para jubilarse, espera que este tiempo que le resta pueda seguir trabajando en el mismo lugar y luego dedicarse por completo a su familia, esa que lo ha visto trabajar 15 noches mensuales por 34 años. Como él dice, será la oportunidad de compensar todo el tiempo no estuvo presente.