Al igual que en los seres humanos, la diabetes mellitus afecta a nuestras mascotas. Este trastorno metabólico y hormonal, que generalmente aparece en perros y gatos mayores de 5 años, se caracteriza por altos niveles de glucosa en sangre debido a la incapacidad del organismo para producir o utilizar insulina de manera efectiva. Según datos, la enfermedad afecta a 5 de cada 1.000 perros y a 3 de cada 1.000 gatos, aunque el número real podría ser mayor debido a diagnósticos tardíos.
La vida sedentaria y una alimentación desequilibrada son factores que aumentan el riesgo de desarrollar esta condición. Por ello, es clave prestar atención a signos como polifagia (aumento del apetito), polidipsia (sed excesiva) y poliuria (orinar frecuentemente). Además, se pueden observar cambios como pérdida de peso inexplicable o, en algunos casos, aumento de peso por consumo excesivo de calorías.
La importancia del diagnóstico temprano
Gabriel García, Gerente Técnico de MSD Salud Animal en Colombia, destaca que la prevención es esencial: “Una alimentación adecuada, ejercicio regular y controles veterinarios periódicos son fundamentales para evitar desequilibrios en los niveles de glucosa e insulina en mascotas”. Se recomienda visitar al veterinario al menos dos veces al año para chequeos físicos y análisis de glucosa que detecten la enfermedad en etapas tempranas.
Cuidar de una mascota con diabetes
El diagnóstico no es sinónimo de limitaciones. Con el tratamiento adecuado, que incluye una dieta balanceada, ejercicio regular y administración de insulina veterinaria, los animales pueden llevar una vida plena. La clave está en el manejo integral de la enfermedad, siempre bajo supervisión médica.