El 31 de agosto se celebra en Colombia el Día Nacional del Tendero, una fecha que resalta el papel de las más de 500.000 tiendas de barrio que generan cerca de 575.000 empleos y representan el 40 % del comercio minorista, según datos de Fenalco.
El panorama económico no es favorable. De acuerdo con un informe de Servipunto, en el primer semestre de 2025 las ventas de las tiendas de barrio disminuyeron 1,9 % frente al mismo periodo del año anterior. Las transacciones bajaron 9,8 % y las unidades vendidas un 9,9 %. A su vez, Fenalco indicó que en 2024 el 82 % de los tenderos mantuvo o redujo sus ventas, y que un 30 % consideró cerrar su negocio.
Pese a estas cifras, el sector muestra señales de adaptación. Según Fenalco, más del 85 % de los tenderos ya utiliza el celular como herramienta de trabajo y el 40 % se abastece a través de plataformas digitales. Para expertos, esta transformación tecnológica es clave para sostener el negocio en un entorno de consumo cambiante.
El uso de sistemas de punto de venta en la nube, la adopción de pagos electrónicos y la oferta de servicios adicionales como recargas o domicilios son estrategias que, de acuerdo con especialistas del sector, ayudan a mejorar la gestión y fidelizar clientes.
Más allá de los números, las tiendas siguen siendo parte esencial de la vida comunitaria en barrios populares. En los estratos 1, 2 y 3, donde se concentra la mayoría de estos negocios, los tenderos cumplen una función social además de económica: sostener la cercanía y la confianza entre vecinos.
