La tasa de desempleo está por encima del ponderado nacional. La ciudad requiere alternativas de mayor equidad, dice estudio.
Cuando Elvia* supo que Natalia, su empleadora, iba a contar la historia que le había ocurrido en otra casa de familia donde trabaja un día a la semana, puso el grito en el cielo. Era más su temor —por su edad y su nivel de educación— a quedarse sin empleo que tener que aguantar lo que para Natalia son serias humillaciones: esta mujer no podía tomar ni un vaso de leche en un pocillo de esa casa donde la venían contratando para realizar los quehaceres domésticos.
A esos límites lleva a algunos el miedo a perder el empleo, pues saben, como lo ratifica Piedad Patricia Restrepo, directora de Medellín Cómo Vamos, que en la ciudad “las oportunidades no se distribuyen equitativamente”. El desempleo afecta con mayor impacto a las mujeres y a las personas de menores niveles socioeconómicos.
Desarrollar nuevas alternativas de política que permitan reducir el desempleo, con foco en estos grupos poblacionales, es la recomendación de Medellín Cómo Vamos.
Entretanto, Elvia, por sugerencia de Natalia, no regresó a esa casa donde le hicieron el desplante; sin embargo cuenta que en otras casas se han terminado por “normalizar” situaciones como descontar el tiempo del almuerzo o tener que iniciar la jornada a las 5:30 am. con tal de garantizar un ingreso.
*Nombre cambiado por solicitud de la fuente.
Por Daniel Palacio