Envolvente y suave fragancia de pasteles recién horneados. Aroma y sabor de café para acompañarlos. Poinsettias y hojas de lino atrapadas por lucecitas blancas que, como copos de nieve, apenas se perciben y al igual que las tenues llamas, aparecidas desde bellos briseros, parecen moverse al son de sutiles armonías navideñas. Son un buen augurio, resultan un buen presagio, al dar inicio a un recorrido por toda Santa Julia, vestida de fiesta, más que nunca, para recibir la Navidad, como es costumbre desde siempre para Luz Marina Acosta. Será por su gusto particular, el de buena anfitriona, el de disfrutar los cálidos momentos de esta época; con el habitual encanto que rodea su propio mundo, el que se respira y se transmite en los tres pisos de la Galería, a través de los cuales no solo se descubren y redescubren bellas piezas y delicados objetos, obras de arte y esculturas, vajillas y cristalería de afamadas casas europeas; sino que permite, desde luego, apreciar las siempre impactantes colecciones de mobiliario, actual y clásico, con razón tan apetecidas por públicos vanguardistas que entienden, en sus siempre remozadas piezas, la infinita cualidad de la permanencia combinada con las sutilezas de su marca contemporánea. Sus ofertas, las que prepara para esta temporada, son una excelente oportunidad para darse el gusto de vestir los hogares con el espíritu navideño de Santa Julia, el que le es propio a Luz Marina Acosta con su inigualable gracia, cargada de intuición y talento para diseñar. |