“Esta guía es el resultado de una investigación llevada a cabo en más de 150 museos de todo el mundo con el objetivo de analizar el grado de sostenibilidad de las instituciones museísticas”, así comienza El libro clave de los museos, un texto publicado por la editorial Acciona Living & Culture en colaboración con El Otro Muro. Este libro recoge un total de 33 medidas que cubren una visión medioambiental y social de la sostenibilidad.
El objetivo de la guía es inspirar a los museos de todo el mundo, aunque, a mis ojos, estas medidas pueden aplicarse también a otros gremios que estén pensando su impacto e innovación social. Hoy se me hace muy necio pensar en proyectos que no consideren estos dos aspectos inseparables.
Vivimos en un mundo que no solo atraviesa una crisis climática (pese a que algunos líderes mundiales insistan en negarla), sino que sufre unas realidades de profunda desigualdad y es testigo de violentos conflictos que parecen estar lejos de encontrar solución definitiva.
Es claro que nuestro planeta está pidiendo a gritos que giremos la mirada con atención y compasión y nos preguntemos cómo crear y habitar el mundo con responsabilidad y compromiso ante estas realidades.
Las instituciones culturales son las primeras que se enfrentan a grandes retos y cuestionamientos, internos y externos, sobre su papel en la sociedad que, definitivamente, no es accesorio. Alrededor del mundo hay ejemplos notables en el sector cultural que no solo han hecho cambios significativos, sino que demuestran que es posible entender los problemas globales como oportunidades para abrir diálogos intensos y acercarse a las comunidades.
Este libro muestra cómo lo han hecho e invita a la reflexión y a la acción. Lo quise traer a este espacio como una de tantas lecturas que recomiendo con la esperanza de que en nuestra región creemos proyectos más responsables, democráticos y comprometidos con un cambio. “Cultura”, se lee en sus primeras páginas, “proviene del abstracto colere, entendido como la acción de cultivar el campo para hacerlo fértil”.
Veo una gran oportunidad de ubicarnos en una región como el Oriente de Antioquia, con toda su belleza y riqueza social y natural, y preguntarnos cómo creamos espacios y proyectos con una mirada y sensibilidad amplia, profunda y, sobre todo, contemporánea. Una oportunidad para entender y aprovechar mejor nuestro territorio. Algunas medidas que plantea la publicación son:
- Programa de desarrollo en la comunidad
- Materiales de construcción reciclados
- Materiales de construcción naturales
- Materiales de bajas emisiones
- Optimización de la luz natural
- Cubiertas vivas
- Sistemas de recuperación de aguas pluviales
- Fomento a la movilidad sostenible
- Redes de colaboración y alianza
- Conservación del patrimonio cultural
¿Les suena posible? ¡A mí sí! Les invito entonces a leer, estudiar, buscar, conversar, reflexionar y cuestionarnos más: ¿cómo potenciamos nuestro territorio y protegemos su abundancia? En vez de engullirnos todo con una falsa idea de desarrollo y evitar así que en unos años no nos quede nada de nuestras montañas.