A Tyson, el león, lo conoció en el quirófano. Ex-actor obligado de circo, estaba dormido bajo los efectos de la anestesia. Después de un mandato insensible por parte de sus captores, entre carpas de colores, reflectores y aplausos, encontró la calma en el Parque de la Conservación, en Medellín, después de llegar de Caucasia. Sin embargo, las secuelas de una vida forzada le quedaron en la garganta.
Al principio pensaron que se trataba de una infección. Los médicos veterinarios entendieron que se trataba de una herida en cautivero causada por tenazas que atravesaron su boca. A este sobreviviente le siguieron chigüiros o chimpancés, animales que han llegado por causas diversas. La invitada a curarlos con sus manos ha sido Ana Catalina Tobón, odontóloga y cirujana maxilofacial. Sus días transcurren entre consultas a pacientes humanos o pacientes de varias especies.
“Traslado mi conocimiento de lo humano a los animales con la intención de ayudar. Para algunos, esto es raro y me alegraría que dejara de serlo”.
A estos últimos los conoció por invitación sorpresiva del personal veterinario del Parque de la Conservación, en Medellín. Con una sonrisa suave, dice haber aceptado hacer parte de la sanación de los animales, aunque no sea experta en su morfología y aprenda en el proceso. Porque está convencida en la importancia de cuidar todas las vidas. “Los seres humanos a veces creemos que todo gira en torno a nosotros y desconocemos que los animales tienen los sentidos más desarrollados y otros saberes. Decidí ayudar porque siento una responsabilidad social. Si cada persona les ayuda, desde lo que puede hacer, avanzaremos”.
De los animales le sorprende su capacidad de recuperación. Del equipo del Parque de la Conservación, el compromiso y la aplicación de los principios de bioética. Un ejemplo de esto son los libros que dice ver en el quirófano de los animales o la presencia continua de los cuidadores: personas que se encargan de cuidar a cada animal y esperan a que termine la cirugía, para saber cómo salió, y aportar. A la hora de pensar en sueños y en el futuro, explica con claridad: “desde el Parque de la Conservación tenemos la posibilidad de crear una red de profesionales capaces de ayudar. No solo para Antioquia sino también para el mundo”.
Jefe global del desarrollo de la comunidad
Entre sus funciones vitales, la doctora Ana Catalina Tobón realiza una que la lleva a viajar por varios países y a estar en contacto con personal médico de varias especialidades y nacionalidades. Actualmente es la jefe global del desarrollo de la comunidad de AO CMF, una red de especialistas médicos que trabaja en diversas partes del mundo. Cuenta que para ella ha sido un orgullo y alegría ocupar esta posición. No solo como médica sino también como mujer ya que a veces, son escasas en este tipo de cargos. Esta organización está integrada por más de 2.700 profesionales y se estima que anualmente, más de 30 mil personas asisten a sus 150 cursos. El propósito es poder trabajar en equipo para aprender y aportar de una forma mejor a sanar a las personas.