Cuestión de lenguaje
La reflexión sobre el deterioro de nuestros valores como sociedad apenas está por empezar
Cada edición de nuestro periódico trae implícita una reflexión sobre nuestro oficio, sobre los valores que queremos defender y promover, y sobre el papel que cumplimos en la sociedad. Nuestra edición número 462, que circuló el pasado 16 de febrero, planteó retos e inspiró reflexiones de un interés especial.
Estábamos preparando un informe sobre la presión social que hay detrás de la moda de los implantes de senos. El informe giraba en torno a las reflexiones de una joven geóloga que ofrecía una mirada crítica al fenómeno. Más allá del drama que miles de mujeres están viviendo, a causa de unos implantes de seno defectuosos, queríamos señalar la gravedad de una tendencia que es reflejo de una crisis de valores y revela un problema de salud pública necesitado de atención.
Cada día cientos de mujeres en Colombia arriesgan la vida por ajustarse a modelos de belleza impuestos por los medios y por prácticas sociales que convierten a la mujer en objeto. Presionadas por sus familias, por novios y amigos, jovencitas incapaces de medir las consecuencias de lo que hacen se embarcan en el viaje sin retorno de las cirugías estéticas. En medio de la gravedad de ese problema, nos vimos envueltos en la reflexión sobre el título que se impuso para el informe, la pregunta de un chico a su novia: “¿Qué marca son tus tetas?”
Por un momento pensamos en “dorar la píldora” y buscar alternativas que pudieran ser menos polémicas. Pero el informe mismo nos mostraba la doble moral que hay implícita en el hecho de que algunas personas se ruboricen a la hora de pronunciar la castiza palabra tetas, pero no tengan problema para empujar a sus hijas a embutirse objetos peligrosos en el cuerpo para aumentar las oportunidades de conseguir marido.
Como periodistas atentos al momento en que ocurre la historia, no podíamos dejar pasar desapercibida esa pregunta que anuncia la deshumanización de las personas y del cuerpo, esa casa del alma que sigue siendo sagrada, aunque algunos insistan en lo contrario. Vivir en El Poblado aspira a entablar con sus lectores un diálogo serio, inteligente y con criterio. Esto ha quedado demostrado con las reacciones positivas que ha generado nuestro informe.
El Ministerio de Salud anunció que costeará el retiro de los implantes defectuosos. Para las mujeres afectadas por esa situación, quedan aún preguntas por responder. Para todos, la reflexión sobre el deterioro de nuestros valores como sociedad apenas está por empezar.