Cuando algo nos indispone es natural querer deshacernos de este mal sentimiento. Es la manera de sanarnos. El problema aparece cuando por sentirnos mejor causamos daño a otros.
Hace unos días en un grupo en Facebook del cual soy parte, uno de los miembros escribió un comentario que decía: “Me quiero quejar del servicio de (nombre de la empresa), de verdad es pésimo!!”.
Este comentario empezó una discusión donde varios de los miembros también se quejaron del mal servicio y otros salieron a defender el restaurante diciendo que les encantan el servicio y la comida. Y me quedé pensando ¿cuál es el propósito de esta discusión?
Tener opiniones es importante, nos ayudan a navegar nuestra vida, pero la pregunta que quiero que nos hagamos es: ¿Cuál es la intención al compartir nuestra opinión con otros?
Se me ocurre que puede haber varias razones:
- Queremos causarle daño a la persona o empresa que nos dio un mal servicio o producto.
- Queremos que el producto o servicio mejore.
- Queremos que nos recompensen porque recibimos menos de lo que estábamos esperando.
Estamos molestos y nos queremos desahogar.
Creo que la mayoría de personas son buenas de corazón, así que me imaginaría que es raro que alguien comparta su opinión con el fin de causar daño. Así que no voy a hablar aquí de esta primera opción.
También me imaginaría que si queremos que el producto o servicio mejore o queremos una recompensa, entonces le compartiríamos nuestra opinión a alguien que pueda hacer algo al respecto, por ejemplo al gerente o dueño del negocio.
Así que me queda la cuarta opción. Muchas veces compartimos nuestras opiniones porque estamos molestos y nos queremos desahogar. Cuando algo nos indispone es natural querer deshacernos de este mal sentimiento, pues es la manera en que nos sanamos. El problema aparece cuando por sentirnos mejor causamos daño a otros.
Tener inteligencia emocional significa que sabemos manejar nuestras emociones y no que nuestras emociones nos manejen a nosotros. La inteligencia emocional nos hace más efectivos, mejores líderes, mejores amigos y mejores personas. El principio fundamental de inteligencia emocional consiste en crear un espacio entre lo que sentimos y hacemos; un espacio para pensar y reflexionar acerca del impacto que deseamos tener.
Una manera sencilla de crear este espacio es pensar sobre nuestra intención. Podemos parar y preguntarnos: ¿Qué quiero lograr con compartir mi opinión? ¿Cuál es el impacto que tendrán mis comentarios?
Hoy quiero invitarte a que cada que compartas tus opiniones, por escrito o hablando, empieces por decir: “mi intención al compartir mi opinión es…”. Esto te ayudará a aumentar tu inteligencia emocional y tener un impacto más efectivo en tu vida y la de los demás.