El Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Granada, en el Oriente antioqueño, enfrenta una de sus peores crisis operativas desde su fundación en 1990. A partir del 4 de enero de 2025, la institución se vio obligada a liquidar todos los contratos de su personal debido a la falta de recursos económicos y a la imposibilidad de alcanzar un acuerdo con la administración municipal para garantizar su financiamiento.
Según un comunicado emitido por la institución, el presupuesto actual de 36 millones de pesos anuales es insuficiente para mantener el servicio operativo. Aunque el municipio firmó un contrato tras un fallo judicial que favoreció a los bomberos en noviembre de 2024, aún no se han concretado acciones para asegurar el funcionamiento regular del cuerpo.
La comandante del Cuerpo de Bomberos, Paola González, advirtió sobre las implicaciones de esta crisis:
“Si acá no tenemos cuerpo de bomberos, toca llamar a otros municipios, lo que aumenta el tiempo de respuesta y agrava las emergencias”.
La institución, compuesta por siete bomberos capacitados y diez en formación, continuará realizando actividades preventivas, como capacitaciones y protección contra incendios, en un esfuerzo por recaudar fondos.
Un servicio esencial en riesgo
El caso de Granada refleja una problemática extendida en el departamento de Antioquia, donde 14 de los 118 cuerpos de bomberos no operan de manera activa debido a la falta de recursos, según la secretaria de Asuntos Institucionales de la Gobernación, Lina Cuartas. A nivel local, la falta de un acuerdo entre las autoridades y los bomberos evidencia un incumplimiento de la Ley 1575 de 2012, que define este servicio como esencial y de responsabilidad estatal.
Mientras tanto, la comunidad de Granada, con cerca de 12.400 habitantes, queda en una posición vulnerable. Las autoridades departamentales y municipales han sido instadas a tomar medidas inmediatas para garantizar la seguridad de la población, pero hasta ahora, las soluciones definitivas siguen sin materializarse.