Para saber si un niño se está desarrollando a un ritmo apropiado, el pediatra le mide y pesa periódicamente y lleva los resultados en un cuadro de crecimiento que guarda en su historia médica.
Estos cuadros se usan para llevar una curva estadística del crecimiento sobre un período determinado. Estas curvas son generadas a partir de la información de estatura y peso de miles de niños y son muy útiles para comparar el desarrollo de un niño normal.
Con estos estándares, el pediatra puede determinar si un niño es muy flaco o muy gordo en relación con su estatura. Por ejemplo, si el peso de un niño en relación con su estatura corresponde al percentil 80, eso quiere decir que ese niño es más pesado que el 80% de los niños de su misma estatura. En general, un niño requerirá atención especial cuando su estatura o peso están por debajo del percentil 5 o si su rata de crecimiento es muy lenta para su edad.
¿Cómo se puede ayudar a un niño a crecer normalmente?
El crecimiento normal, apoyado en una buena nutrición, sueño adecuado y ejercicio habitual es uno de los mejores indicadores de la buena salud de un niño. Los padres deben ser conscientes de que varios desórdenes alimenticios pueden interferir en el crecimiento y desarrollo de sus hijos; entre esos desórdenes están la anorexia y la bulimia. Un niño que esté significativamente desnutrido puede “caerse” de su curva de crecimiento genéticamente determinada. Aunque no dejará de crecer completamente, puede haber una disminución del ritmo de crecimiento y un retraso en la aparición o en el progreso de los signos asociados con la pubertad. El patrón de crecimiento de un niño está íntimamente ligado a factores genéticos, por eso obligar a comer de más y a tomar vitaminas y suplementos a un niño con “genes de poca estatura” no lo hará crecer más de lo que su organismo puede.
La pubertad
La pubertad -maduración sexual- es una época de cambios dramáticos para niños y niñas. En ambos sexos estos cambios hormonales están acompañados de los llamados estirones (“qué estirada se pegó este muchacho”) que transforman a los niños en adolescentes en la medida que se desarrollan sus cuerpos.
Hay un rango muy amplio de edades en el que los cambios físicos de la pubertad comienzan. El crecimiento de los senos es casi siempre el primer signo externo de la pubertad en las niñas; este puede empezar en cualquier momento entre los 7 y los 13 años. Cerca del 15% de las niñas tendrás bello púbico antes de que comience el crecimiento de los senos.
Las siguientes características describen la secuencia de eventos que viven las niñas en su paso a la pubertad:
Los senos empiezan a crecer y las caderas a redondearse |
Aumento acelerado de estatura |
Empieza a salir el vello púbico, normalmente entre 6 y 12 meses después de que se inicia el desarrollo de los senos |
El útero, la vagina, los labios y el clítoris aumentan de tamaño |
El vello púbico adquiere sus características definitivas y los senos crecen más. |
La tasa de aumento de estatura alcanza su máximo nivel cerca de 2 años después de iniciada la pubertad (en promedio a los 12 años) |
Llega la menstruación, casi siempre cuando se ha llegado al nivel máximo de la tasa de aumento de estatura (en promedio a los 12 años y medio) |
Una vez que las muchachas empiezan a menstruar, crecen entre 3 y 5 centímetros más y alcanzan su estatura final a los 14 ó 15 años (un poco antes o un poco después, según cuando hayan iniciado la pubertad).
Los niños exhiben las primeras señales externas de la llegada de la pubertad ente los 10 y los 16 años; tienden a crecer más rápido entre los 12 y los 15 años. El estirón de los muchachos es en promedio dos años más largo que el de las muchachas. Cuando llegan a los 16 años la mayoría de los muchachos ha dejado de crecer, pero sus músculos seguirán desarrollándose. Otras características de la pubertad masculina son:
El pene y los testículos aumentan de tamaño |
Aparece el vello púbico, seguido por vello en las axilas, barba y bozo |
La voz se hace más profunda, aunque a veces se quiebra (gallitos) |
La Manzana de Adán se hace más grande |
Los testículos empiezan a producir esperma |
En el consultorio
A pesar de lo que digan las curvas de crecimiento, lo normal en estatura y peso es difícil de definir: los padres bajitos tienden a tener hijos bajitos y los padres altos tienden a tener hijos altos. Unos y otros son normales.
Aunque los padres se preocupen al ver que su hijo (o hija) no es tan alto como sus compañeros de colegio, lo verdaderamente importante es saber si el muchacho está creciendo a un ritmo normal. Si el médico sospecha la existencia de algún problema, tal como una tasa de crecimiento que iba normal y se ha desacelerado recientemente, podría llevar un registro del crecimiento durante varios meses para determinar si la tasa ha cambiado debido a algún problema de salud o se trata solo de una variación normal.
La mayoría de los niños que crecen en el quinto percentil o por debajo de este, usualmente están dentro de una de las siguientes variantes normales del patrón de crecimiento:
Baja estatura familiar : estos niños han heredado los genes de baja estatura de sus padres; en estas familias es corriente que el padre o la madre (o los dos) sean de baja estatura y a menudo también sean así otros familiares. Aunque pueden ser más bajitos que el promedio, estos niños crecen a un ritmo normal, son saludables y no muestran síntomas de problemas médicos que puedan estar afectando su crecimiento; en general llegan a la pubertad a la edad esperada y alcanzan una estatura similar a la de sus padres. Los médicos no recomiendan ningún tratamiento para estos niños (tampoco se sabe de ninguno que sea significativamente efectivo para aumentar la estatura más allá de lo normal en su constitución).
Retraso constitucional del crecimiento : aunque su tamaño es normal al nacer, estos niños pasan por un período de disminución del ritmo de crecimiento entre los 6 meses y los 2 años de edad, lo que hace que caigan en el percentil 5 o más abajo en la curva de crecimiento. Cuando llegan a los 2 ó 3 años estos niños recuperan el ritmo de desarrollo hasta que llegan a la pubertad y pasan por el período de estiramiento a una edad posterior que la mayoría de los adolescentes. Como llegan a la pubertad después que los demás, siguen creciendo después de que los otros paran su desarrollo hasta lograr la estatura final que tendrán en la adultez.
Los padres o los familiares de estos niños seguramente tienen una historia médica similar de pubertad y curva de crecimiento retrasadas. En general estos niños no necesitan tratamiento, aunque algunos endocrinólogos pueden recomendar un período de tratamiento con andrógenos (hormonas masculinas) para iniciar los cambios de la pubertad y acelerar la tasa de crecimiento en niños que tienen dificultades emocionales serias para asimilar la demora en su desarrollo y maduración física.
Si el médico encuentra que el desarrollo del niño es lento o se ha detenido del todo, podría ordenarle más exámenes e indicarle algún tratamiento.
Hay muchas enfermedades que pueden producir baja estatura o retrasar la pubertad. Entre esas están el hipotiroidismo, deficiencias de la hormona del crecimiento, factores genéticos, desnutrición avanzada y una serie de enfermedades crónicas. Algunas de estas pueden interferir con el crecimiento desde mucho antes de que se produzcan señales externas notorias.