Estudiantes y docentes de la Institución Universitaria Pascual Bravo, adscrita a la Alcaldía de Medellín, construyeron un segundo medio de transporte eléctrico.
Se trata del Furtivo I, del proyecto Escudería Bravo, un auto que no deja huella de carbono y con el que se hace un aporte significativo a la movilidad sostenible de la ciudad.
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La creación de este segundo vehículo eléctrico, después del avión construido en 2021, es un logro importante para la institución, porque la pone en el radar de las universidades que se preocupan y buscan soluciones para el medio ambiente y, además, contribuye al plan institucional de “Campus verde, inteligente e inclusivo”.
El decano de la Facultad de Ingeniería, Heber Augusto López, contó: “El Proyecto Escudería Bravo es una muestra evolutiva de los ‘Proyectos Integradores de Aula nivel institucional’. Estamos haciendo una apuesta significativa con todo lo que tiene que ver con movilidad sostenible en la ciudad, en el marco de la Cuarta Revolución Industrial”.
Características de Furtivo I
El Furtivo I pesa 58 kilos, mide 2.15 metros de largo, 1.30 metros de ancho y tiene 1 metro de altura. Puede recorrer una hora y media en terreno plano, es decir, alrededor de 26 kilómetros.
Este vehículo ganó la segunda Competencia Nacional de Vehículos de Tracción Eléctrica, realizada en Bogotá, en la que compitió junto a nueve universidades de Cali, Medellín y Bogotá.
Por este primer lugar, Pascual Bravo será el anfitrión de la tercera Competencia Nacional de Vehículos de Tracción Eléctrica, en Medellín, en el año 2023.
Jennifer Escudero, estudiante del Pascual Bravo, cuenta en el siguiente video cómo fue la participación en la competencia y además detalles del proceso constructivo de Furtivo I.