Couchsurfing: la red para viajeros
Una red para conocer amigos locales y hospedar extranjeros
Funciona de forma parecida a Facebook, donde las personas crean un perfil y suben sus fotos, describen sus gustos, cuentan dónde viven y para dónde viajan. Lo diferente es que quienes pertenecen a Couchsurfing también expresan si pueden hospedar a alguien en sus casas (cama o sofá), qué fechas de disponibilidad tienen, el número máximo de personas que pueden alojar, o si simplemente están dispuestas a conectarse con los viajeros, una vez lleguen a su destino, para hacerles guías turísticas, salir de rumba o tomarse un café.
A primera vista preocupa la cuestión de seguridad. Se trataría de recibir desconocidos en la casa. Pero la red tiene un espacio para evaluar, tanto a quienes viajan como a los que hospedan. Así, si uno decide viajar a España, Argentina o Japón, por ejemplo, busca por el país para ver quién está dispuesto a recibirlo en su sofá. Luego puede revisar qué referencias tiene, positivas, negativas, qué tipo de persona es (actividades que le gustan, si tiene mascotas en casa, etc.) y enviarle un mensaje para ponerse de acuerdo. Del otro lado, uno ofrece su casa y espera a que alguien se interese en visitar Medellín en las fechas convenientes para uno. Una vez la persona se haya ido, pondrá una referencia evaluando al anfitrión.
Los beneficios de esta actividad son la reducción de costos al no tener que pagar hotel ni hostal, poder conocer ciudades de la mano de locales por mucho menos dinero y crear amistades en todos los sitios visitados. Las desventajas varían según cada caso, pero todas surgen de la incompatibilidad con la otra persona.
Tatiana Lozano, administradora de una empresa de aplicaciones móviles, llegó a Medellín desde Suiza en el año 2009. Siendo natural de Montería, Tatiana no tenía muchos amigos en la ciudad, así que decidió unirse a Couchsurfing. Allí conoció a Emperatriz Arrieta, también de Montería. Ambas han tenido buenas y malas experiencias con Couchsurfing. Cada una ha hospedado a turistas de Estados Unidos, Australia, Europa, África y Latinoamérica, y en los eventos que organiza Couchsurfing, para que más viajeros y locales se conozcan, han entablado muchas amistades.
En ocasiones, Emperatriz y Tatiana han recibido personas que no ayudan con la limpieza de la casa, que tienen hábitos de higiene muy diferentes a los suyos, o que esperan demasiado de sus anfitriones, como que les cocinen, les laven la ropa o les den llaves de la casa. Pero en términos generales han encontrado amistades duraderas que hoy se extienden por el mundo, y de quienes reciben invitaciones para viajar y visitarlos. Ninguna de las dos se ha decidido aún a hacerlo, pero con los vínculos hechos, y por medio de Couchsurfing, la vuelta al mundo más económica está a un click.