Algunos lo conocen como ciprés mexicano o ciprés de Moctezuma. Mauricio Jaramillo, ingeniero forestal, cuenta que su origen está en un lugar del tiempo que se calcula entre los 100 y 200 millones de años atrás. Muchas comunidades mexicanas lo consideran sagrado; algo diferente sucede en Medellín. Algunas personas lo trajeron en los años 50, como este, que hizo parte de una finca desaparecida. Al ser considerado parte de los árboles patrimoniales de la ciudad, y después de los reclamos de la gente, se salvó de ser talado por la construcción del proyecto Palms Avenue y el llamado broche vial de la carrera 37 A con la avenida Las Palmas. Este último lo afectó y ahora necesita vitaminas para sobrevivir.
Dónde: Carrera 37a con la Av. Las Palmas.