En las últimas tres décadas los grupos armados, de diferentes denominaciones, han dejado su estela de dolor en el Oriente antioqueño. Todos los municipios de la subregión, unos en mayor porcentaje que otros, han padecido los efectos desgarradores de la violencia.
Desde distintos lugares de las 23 localidades del territorio se cuentan historias cargadas de drama, dolor y muerte, escenas que siguen presente en la memoria de las víctimas.
Entre todos los vejámenes provocados por los actores ilegales en esta parte de Antioquia, la desaparición forzada ha sido una de las que más ha lastimado a las comunidades.
De acuerdo con organizaciones dedicadas a la búsqueda, se calcula que en el Oriente antioqueño hay más de 3.150 personas dadas por desaparecidas. En Colombia ese número llega a 111.640; y en Antioquia a 24.457.
Esa dramática cifra, además del desasosiego y expectativa de las familias, ha generado diversos espacios de exploración por parte de colectivos humanitarios e instancias del Estado como la Jurisdicción Especial para la Paz -JEP- y la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas -UBPD-.
Para el caso del Oriente del departamento esa búsqueda se ha concentrado en camposantos que tengan fosas comunes o bóvedas con cuerpos de personas no identificadas.
Uno de ellos es el cementerio Panteón de la Colina del municipio de Rionegro, donde la UBPD ya ha adelantado dos diligencias este año, la más reciente entre el 26 de agosto y el 6 de septiembre.
“Inicialmente acá se estableció un universo de 152 cuerpos, entre no identificados e identificados, pero no reclamados, que corresponderían a personas desaparecidas a causa del conflicto armado, entre los años noventa y 2016. Este número convierte a este cementerio en el camposanto con el mayor potencial forense del Oriente antioqueño”, detalló Gloria Araque González, coordinadora de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas.
En la primera fase de la intervención en este cementerio se recuperaron 19 cuerpos y en la segunda, 26. Los 45 restos humanos se encuentran ahora en ruta de identificación por parte de profesionales del Instituto Nacional de Medicina Legal.
Un halo de esperanza para las víctimas
Para los familiares y buscadores de desaparecidos estas diligencias avivan la esperanza por hallar los restos de sus seres queridos. Para muchas de las víctimas esta sería una manera de resarcir su dolor por tanto años de espera y ausencia.
“Tenemos la certeza de que muchas de las víctimas de la violencia y falsos positivos fueron llevados a este cementerio. Es la posibilidad de cerrar un ciclo y de aportarle a otras familias con historias similares porque en esta búsqueda todas las historias de los desaparecidos se conectan entre sí”, señaló Gloria Quintero, líder comunitaria del municipio de Granada, buscadora de víctimas y hermana de persona dada por desaparecida.
Se estima que los cuerpos no identificados e identificados, pero no reclamados, en el cementerio de Rionegro podrían corresponder a personas desaparecidas en el contexto del conflicto armado registrado en 24 municipios de Antioquia, en su mayoría del Oriente antioqueño.