En la I.U. Salazar y Herrera crearon un dispositivo dirigido a mujeres ubicadas en zonas de alto riesgo. Mide sus signos vitales, almacena la historia clínica y envía alertas al personal médico.
Por Sebastián Aguirre Eastman / [email protected]
Fueron tantas las mujeres en embarazo de alto riesgo que el médico Alejandro Vargas atendió en diferentes zonas del país, que con muchas de ellas perdió todo contacto sin volver a saber nada de su estado por ser víctimas de la violencia y el desplazamiento forzado.
Como una solución, el doctor Vargas diseñó un dispositivo que le ayudara no solo a geolocalizarlas sino también a hacerles seguimiento a la distancia, tener actualizada su historia clínica -que en ocasiones se extraviaba- y reaccionar a tiempo en caso de alguna alerta que pusiera en riesgo su estado gestacional.
“Me parecía importante hacerles seguimiento con un monitor satelital que me indicara en dónde se encontraban y conocer de forma directa su historia clínica sin necesidad de necesitar un papel o una fotocopia. También que pudiera tomarles los signos vitales, medirles la temperatura y el oxígeno en sus cuerpos. Algunas ni siquiera sabían cuántos meses tenían de embarazo”, indica Alejandro.
Para ello, el médico hizo un entrenamiento en innovación tecnológica en salud en Sillicon Valley, donde conoció un modelo similar aplicado en mascotas que le presentó un veterinario italiano.
El dispositivo consiste en un brazalete con GPS, parecido a un reloj -incluso da la hora y la fecha-, que mide 3.5 centímetros de ancho por 8 milímetros de grosor.
El proyecto lo adelanta un grupo académico de la I.U. Salazar y Herrera con el liderazgo de Alejandro. Ruta N lo apoyó para el proceso de la patente, el cual tramitó en EE.UU. y en Colombia. Aquí, la Superintendencia de Industria y Comercio la otorgó para el modelo y la utilidad del dispositivo.
“Tenemos un prototipo básico; necesitamos 23 millones de pesos para avanzar en un prototipo de mayor nivel y presentarlo a inversionistas que nos autoricen el montaje de un proceso empresarial de más largo aliento y que nos permita distribuirlo a las EPS que atienden en zonas de alto riesgo”, cierra Alejandro.