La voz cálida de Angélika está hecha para entonar lo que podría llamarse “la canción de lo posible”, compuesta con talento, disciplina y, sobre todo, con el amor, fe y fortaleza que le permiten celebrar el milagro diario de vivir.
Aunque reside desde mayo en La Estrella, como Angélica Molina vivió en El Poblado casi toda su vida, entre las lomas del Campestre y La Frontera. Bachiller de Pinares; siempre en una familia y entorno con sensibilidad artística.
Asegura estar en su mejor momento, tanto en lo personal como profesional, aspectos que considera inseparables para el triunfo. Reflejo de todo ello es su más reciente álbum, el tercero, bautizado Flores de mar, surgido en buena parte de “un regalo” disfrazado de dolor.
Angélika construyó un estilo único, de sonidos autóctonos y universales, que bien llama Caramelo Folk.
Luego de un máster en canto profesional en Madrid, en 2010, Angélika grabó su primer disco, Moveré la tierra. En 2015, recién casada con Ricardo, su aliado eterno, la visibilidad como intérprete y compositora se multiplicó tras el segundo álbum y la canción Te quiero tal cual, durante tres años el tema de Caracol Radio para la Feria de Flores.
“También muere mi abuela, la escritora María Elena Uribe, mi amada confidente”. Cree que la profunda depresión en que cayó, degeneró en convulsiones y en un diagnóstico que para otros hubiera sido devastador: tumor maligno cerebral.
Operada con éxito a los pocos días, en su recuperación revaluó prioridades. “Siempre quise ser mamá, ojalá de dos, pero era una decisión aplazada”. Después de casi dos años de exámenes de control, de abrazar un estilo de vida más sano y con tratamientos naturales, llegaría Salvador.
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“Mi oncólogo me dice: no sabemos por qué ni cómo, pero sigue con lo que estás haciendo. No quisiste hacerte ni radio ni quimioterapia, no más cáncer y te saliste con la tuya”. Angélika enfatiza que fue su decisión, pero lejos está de recomendar lo mismo para otros: “sería irresponsable”.
Está convencida de que buena parte de superar ese duro trance, de disfrutar hoy de su hijo y de parir este nuevo álbum sembrado de canciones con un estilo propio, maduro y contagiosamente positivo, se basa en “una fe inquebrantable en que de esta íbamos a salir. Mi mantra siempre será este: si lo crees, lo creas”.