Estamos hablando demasiado de innovación, pero ¿Realmente sabemos qué es y cómo impacta en nuestras vidas? Según el Manual de Oslo, la innovación implica utilizar el conocimiento para crear productos, servicios o procesos nuevos o mejorados, promoviendo así el bienestar. Desde las plataformas de streaming hasta las aplicaciones de transporte, la innovación está generando comodidad y mejorando nuestra calidad de vida.
“La innovación mantiene el mundo en movimiento, resuelve desafíos y hace realidad nuevas posibilidades”, afirma Alexi Wiedemann, gerente de Innovación y Desarrollo de BASF para la Región Andina.
Es sorprendente como productos que satisfacen necesidades cotidianas son una realidad gracias a robustos esfuerzos en términos de investigación y desarrollo, por ejemplo, la fragancias con perfiles olfativos únicos que podemos encontrar en productos tan convencionales como la crema dental o el jabón del baño. O materiales de alta tecnología como la industria de los colchones que mejoran la calidad del sueño y la comodidad de los usuarios, contribuyendo así a un descanso más reparador y revitalizante, promoviendo la felicidad y el bienestar de las personas.
En resumen, la innovación impulsa un nuevo paradigma donde la experiencia del cliente es prioritaria, haciendo lo simple extraordinario y generando experiencias que nos hacen sentir más felices en nuestro día a día.