Un informe de la Universidad de Oxford destaca la necesidad de investigar a fondo los efectos de la inteligencia artificial en la población infantil para orientar políticas de protección. La investigación, titulada De las redes sociales a la inteligencia artificial: mejorar la investigación sobre los daños digitales en los jóvenes, señala la urgencia de estudiar a profundidad el impacto de esta tecnología en la infancia y adolescencia para desarrollar estrategias de mitigación efectivas.
El estudio, liderado por expertos de la Universidad de Oxford, resalta la falta de consenso en la comunidad científica sobre los efectos de la tecnología en los menores. Mientras algunas instituciones, como las Academias Nacionales de Estados Unidos, afirman que no hay pruebas concluyentes sobre los efectos negativos de las redes sociales, otras investigaciones sugieren que su uso desmedido está relacionado con problemas de salud mental como ansiedad y depresión.
La investigación destaca la importancia de diseñar políticas públicas basadas en evidencia científica que permitan un uso seguro y beneficioso de la IA en la educación y el entretenimiento de los menores.
Los especialistas hacen un llamado a gobiernos, educadores y familias para que se involucren en el debate y colaboren en la creación de entornos digitales más seguros para las nuevas generaciones, asegurando que la innovación tecnológica no comprometa el bienestar infantil.