El Colegio Alemán celebra este aniversario con una programación académica y cultural durante todo el año. Entrevistamos a su rectora, Anke Käding.
No es solo un colegio donde enseñan el idioma alemán. Al cruzar la entrada de su sede en Itagüí se abre todo un espectro académico, social y cultural que ha transformado miles de vidas en etapa escolar hasta convertirlas en embajadoras de nuestro país en todo el mundo.
El Colegio Alemán funge como una sede diplomática del gobierno de ese país en Colombia; de hecho, su rectora actual, Anke Käding -en el cargo desde febrero de 2018- es funcionaria pública y tiene estatus diplomático. Esta es señal del interés de sus autoridades por consolidar una relación bicultural entre ambas naciones con la institución como centro donde se replican sus costumbres.
En el marco del festejo por los 50 años del colegio, hablamos con Käding acerca del modelo pedagógico y la propuesta académica que han consolidado.
¿Cómo nace la idea de tener un colegio alemán para nuestra ciudad?
“La idea de tener estos colegios nace del interés de tener buenas relaciones con los países de la región por parte de la Oficina Central del gobierno alemán y que haya un intercambio de los valores y las ideas pedagógicas. Es una ganancia para Alemania y también para los otros países. En el caso particular de Medellín, fue una propuesta de unos alemanes y unos colombianos con relaciones en nuestro país, encabezados por Horst Müller”.
¿Cuál fue el objetivo con el que iniciaron?
“La idea fue brindar una formación en el idioma alemán, pero también en nuestra cultura. En nuestro proceso formativo es muy importante que los estudiantes no solo aprendan de matemáticas o juegos sociales sino que se enfrenten a problemas cotidianos y desarrollen su propia opinión sobre los temas. Que sean autónomos.
Además, brindamos una formación que integra elementos musicales, artísticos, deportivos, sociales. Es una educación en valores para que los niños sean luego adultos integrales.
En nuestro modelo comenzamos con el aprendizaje del alemán desde muy temprana edad, y siempre tenemos la presencia de un profesor que habla alemán y otro, español. Ellos hacen todas las cosas juntos y los niños escuchan todo el día ambos idiomas y de esta manera se enfrentan con el alemán de una manera más lúdica”.
Ustedes cuentan con dos intercambios a Alemania durante la vida escolar. ¿Cómo funcionan?
“Las experiencias interculturales las tenemos casi que en cada momento de la vida escolar; por ejemplo, nuestros profesores que vienen de Europa trabajan con los niños, y luego estos realizan dos viajes: en el primero, cuando están en primaria, van a aprender alemán, además se encuentran con niños de todo el mundo; más grandes regresan por un periodo de siete meses y asisten a un colegio público, en una experiencia muy valiosa para su desarrollo”.
En la etapa de egresados, ¿qué retroalimentación han recibido respecto a este programa?
“Al terminar el ciclo académico muchos regresan a realizar estudios superiores, y algunos nos agradecen porque, por ejemplo, muchos de ellos en Colombia aún viven en casa de sus padres, y al llegar allá la forma de vida cambia, les toca vivir solos; además, destacan la formación en el pensamiento crítico para poder enfrentarse a decisiones de vida”.
Cifras del Colegio Alemán
La institución cuenta con 193 profesores colombianos y 40 extranjeros de países como Alemania, Austria, Suiza, Irán, Principado de Liechtenstein, Chile, Venezuela y Estados Unidos, entre otros. Hoy cuenta con 1.100 estudiantes entre 4 y 18 años.