El ejercicio del liderazgo supone una magia especial. Magia es una palabra de cinco letras, y cada una representa una dimensión del ejercicio de liderazgo:
- La M, de la motivación: el liderazgo supone motivar, primero, a sí mismo y, después, a los demás.
- La A, de la actitud: el liderazgo supone también una actitud optimista y positiva, de esperanza frente al futuro.
- La G, de la gente: entender que el liderazgo busca trabajar con la gente, por la gente, para la gente y para la sociedad es una meta en el liderazgo.
- La I, de imaginación: las acciones para liderar suponen también tener ideas o iniciativas colaborativas para convertir las ideas en realidad. Eso significa emprender acciones para la imaginación, para la innovación de la creatividad, del desarrollo del espíritu de la curiosidad.
- La A, de acción: hay que hacer, para poder liderar.
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En mi opinión, no hay liderazgo sin creatividad y sin innovación. De esa manera, el liderazgo supone que se están desarrollando posibilidades, nuevos caminos distintos, oportunidades por explorar, a partir del ejercicio del liderazgo.
Así las cosas, para mí liderar supone una magia completa que incluye necesariamente la creatividad.
Parafraseando algunas expresiones del maestro Miguel de Unamuno, se trata de crear para creer, y de creer para crear. La creación es un camino para la credibilidad del ejercicio del liderazgo. Y, solamente entendiendo una debilidad, se desarrolla una capacidad positiva nueva para crear algo más, para tener nuevos caminos y nuevas posibilidades.
Ahora bien, hablemos en ese camino de cómo se asocia la creatividad y la innovación. Un liderazgo innovador supone:
- Estar primero consciente de las nuevas realidades del mundo.
- Estar a tono con la Cuarta Revolución Industrial.
- Reconocer, también, el sentido del humanismo ya no en la cuarta revolución sino también en la Quinta Revolución Industrial.
- Ser conscientes de las innovaciones que se derivan del cambio climático, de la mitigación de ese cambio climático y de las nuevas formas de energía.
- Abordar los nuevos desafíos de la abundancia, sobre todo, tan importantes para el emprendimiento.
- También, abordar los desafíos en salud, particularmente en longevidad.
- Finalmente, avanzar en el emprendimiento de base tecnológica.
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Un liderazgo innovador es aquel que permite que las organizaciones permanentemente se transformen, se adapten a las nuevas realidades de su entorno.
Es el liderazgo creativo, entonces, un ideal en el que se está permanentemente ansioso. Ávido de identificar nuevas posibilidades para la organización. Se trata de un liderazgo que permanentemente está desarrollando un espíritu de curiosidad. Cuando se está en él, necesariamente, se debe consultar a distintos actores de la sociedad, llámense clientes, proveedores, la competencia, los reactores, los regulatorios o reguladores, los empleados. Entonces, hablamos de un liderazgo mucho más participativo, con una enorme capacidad de escucha, porque no hay liderazgo creativo sin capacidad de escucha.
Este liderazgo basado en la curiosidad tiene que ser muy flexible, casi que adhocrático -ADOC-, que viene de ad hoc: para crear estructuras al interior de las empresas. Esto permite explorar nuevas alternativas, nuevos productos en procesos, en servicios, en formas de operación, en disposiciones logísticas, entre otros temas.
Entonces, tiene que ser un liderazgo que genuinamente esté reflexionando sobre el futuro, pero, sobre todo, anticipándose al futuro. El liderazgo creativo no significa ser exactamente lo mismo que antes de una manera distinta. El liderazgo creativo es capaz de entrar en un nuevo escenario, nunca antes previsto.
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Invitados a hallar ese nuevo escenario dentro de las organizaciones, capaz de encontrar potencialidades distintas o nuevas. Me gusta hablar de un liderazgo que es capaz de involucrarnos en estadios distintos a los que está tradicionalmente acostumbrada la organización, para lo cual nunca antes habíamos estado preparados.Finalmente, el liderazgo creativo no es un ejercicio de formación en el liderazgo, sino es una capacidad, unas habilidades de adaptación a nuevas realidades y a nuevos entornos. En el fondo, de eso se trata liderar con creatividad y con innovación.