El centro de discusión en Cities for Life, será el rol de las ciudades en el mundo globalizado. No las urbes que compiten, aisladas, desentendidas de las necesidades de las demás, exitosas, pero rodeadas de crisis y miseria, sino las que intercambian experiencias y conocimientos de innovación.
Innovación, así como Medellín sede, también ha generado rechazo y hasta burlas. Cada acción de un delincuente en las calles las genera, como si se pudiera responsabilizar a la innovación del control del orden público o como si los efectos de esta en las ciudades, en Medellín y en cualquiera, incluso en las de los países del primer mundo, fueran de acción inmediata contra el delito.
Pero innovación en el ámbito local es EPM, con 60 años de gestión con éxito probado, o son las líneas de metrocable y sus 30.000 usuarios diarios. Innovación social. Ahora Cities for Life propone la discusión sobre innovación urbana: darles la palabra a mandatarios y a especialistas para que presenten sus casos de éxito y, al final del ejercicio, llegar a un acuerdo político para afrontar desafíos comunes. Un mundo colaborativo.
71 ciudades, con sus mandatarios y sus técnicos, vendrán a Medellín, entre el 31 de agosto y el primero de septiembre, para cohesionar el conocimiento del mundo y ponerlo en espíritu solidario al servicio de la solución de retos complejos, actuales y futuros, de las ciudades y sus habitantes. Canadá, Estados Unidos y Bangladés, Brasil e Israel, Corea del Sur, Filipinas y Uganda, Kenia, Francia y Austria, hacen parte de los países participantes.
Planeación y diseño urbano, Desarrollo Social, Medio Ambiente y Gobierno son tareas que, pese a los esfuerzos públicos y privados, todavía tienen asuntos pendientes en Medellín. Ni qué decir de Movilidad y de Seguridad. Y no solo en Medellín. Cities for Life abrirá las discusiones, también con presencia de representantes del Banco Mundial, la CAF y el BID, frente a estos temas bajo la premisa de ecosistema abierto y colaborativo. Compartir el éxito, entender cómo otros lo lograron.
Gana Medellín. Porque agrega un evento a su portafolio para venderse al mundo. Porque convoca líderes políticos y especialistas en innovación y pone sobre la mesa sus logros y también sus retos. Y gana el mundo globalizado desde una mirada en la que más que competir es compartir.