Usuarios defienden el servicio, transportadores legales piden un mayor control y “chiveros” piden que se les respete el derecho al trabajo
Se ha vuelto común en El Poblado utilizar los taxis como colectivos
Todos los días, de madrugada, Diana Marcela Jaramillo, estudiante universitaria, sale de su casa en la Villa de Aburrá a tomar un colectivo, junto a un grupo de compañeros, que la lleve a clase de música en Eafit. Ella es una habitual usuaria de los llamados “chiveros”, transportadores informales que a lo largo de avenidas como la 80, El Poblado, Las Vegas o las transversales de la comuna 14, recogen pasajeros para llevarlos a sus lugares de destino.
“Yo prefiero utilizar este servicio de colectivo porque es más cómodo y me lleva mas rápido a la universidad. Yo salgo para clase y a veces los buses se demoran mucho y pasan muy llenos. Tampoco me sirven ni el metro ni metroplús. Los chiveros son más efectivos”, dice la estudiante quien lleva más de un año usando este tipo de transporte.
Para algunos usuarios, al igual que para Diana, “los chiveros” son hoy la mejor opción de transporte por la falta de rutas rápidas en algunos sectores y, a veces, por el mal servicio del transporte público.
Como lo constata Vivir en El Poblado, a la hora pico (entre las 6 y 8 de la noche) en una de las esquinas del intercambio vial de La Aguacatala, punto de acopio de algunos chiveros, cerca de 15 automóviles particulares recogen pasajeros, quienes pagan entre 1.700 y dos mil pesos por pasaje.
Las congestiones en la Estación Poblado, del metro, hacen que muchos prefieran optar por colectivos del transporte informal
Juan Augusto Vélez, transportador informal, maneja un viejo Renault 9 de su familia. Lo usa para hacer rutas en el corredor vial de la Avenida 80 y la Avenida El Poblado, en doble turno. El primero en la madrugada, cuando salen cientos de estudiantes y trabajadores a cumplir sus labores diarias. El otro turno en la noche, al finalizar la jornada laboral de la mayoría de ciudadanos. “Estas son las horas más buenas para trabajar porque hay mucha gente que se moviliza. Hay gente que no le gusta montar en bus porque pasan copados o demoran en pasar, entonces nosotros prestamos este servicio. Yo trabajaba como administrador en una tienda, pero desde hace unos meses me dedico al colectivo y esta es la forma de ganarme la vida”, dice. Por viaje moviliza en promedio cinco personas, quienes se suben a lo largo del trayecto desde La Aguacatala hasta la avenida San Juan o desde Oviedo hasta el Centro.
Otro conductor, quien nos pide reserva de su nombre, indica que no cualquiera que vaya llegando puede trabajar como chivero. “Hay que pedir permiso”, pero se abstiene de decir a quien o a quienes.
Sanciones y control
El servicio de transporte que prestan los chiveros, según explican las autoridades, es ilegal porque no cuenta con los permisos de la Secretaría de Transporte y Tránsito para realizar esta actividad, exclusiva de las empresas de transporte público legalmente conformadas. Según la Secretaría, en el año 2011 fueron impuestos 664 comparendos por ese tipo de infracción en Medellín. En lo corrido de 2012, del 1 de enero hasta el 20 de mayo, 201 fueron los conductores sancionados.
“Ejercemos control en donde se ha detectado la informalidad. Tenemos identificadas placas y licencias para aplicar la reincidencia. Se les sancionará y retendrá el vehículo”, dice el Subsecretario de Control de la Secretaría de Transporte y Tránsito, Carlos Alberto Marín.
Algunas empresas de transporte público legales, aseguran que por cuenta de los transportadores informales diariamente pierden mil pasajeros. Por ello han solicitado a las autoridades de tránsito “un mayor control al transporte pirata”. Además, sugieren que detrás de esta actividad podría haber grupos organizados del transporte informal y no simples conductores independientes.
Ante esta situación, el Subsecretario de Control señala: “Detrás de todo esto hay un tema de seguridad que las autoridades competentes, como la Policía, deben investigar. Hacemos un llamado a la ciudadanía para que tome el transporte con responsabilidad, ya que este tipo de transporte no ofrece las garantías de seguridad”.
Según algunas empresas de autobuses, se han identificado cerca de 72 vehículos, entre particulares y servicios especiales, que normalmente prestan este servicio en las calles de El Poblado. “Esto no solo nos afecta a nosotros, sino que puede impactar a los pasajeros pues los costos de operación se incrementan y puede llevar a un aumento del pasaje”.