Hola, te escribo desde el barrio San Lucas en Medellín, el lugar donde estoy parada desde hace una década. Este Valle me ha envuelto y me ha hecho sentir que pertenezco a las montañas, a sus cuencas, ritmos y grietas.
Aquí he sentido la volatilidad del aire, el desbordamiento de la quebrada La Paulita, caídas de árboles sobre la transversal Superior, orquestas de loros, pavas y currucutús, como también la esperanza al ver a nuestra hija Ágata jugar y sembrar relaciones afectivas con los ecosistemas silvestres.
Este lugar lentamente se ha convertido en el oasis de muchas y muchos curiosos que nos visitan y participan en Humanese, el proyecto con el que venimos evolucionando en Medellín desde el 2014. En Humanese convergemos seres sensibles a los desafíos de la crisis climática. Aún en la apatía colectiva, confiamos que en las artes renacen nuevas sensibilidades y formas resilientes de reconstruir la ciudad y los patrones de sus urbanitas para habitar en armonía con los fenómenos naturales.
Te cuento que la semana pasada vivenciamos el nacimiento de Actos, una expresión para “accionar, actuar, realizar algo de manera solemne”. Como te conté en la carta pasada, la décima y última versión de Sense fue sobre el Río Medellín. En sus 10 versiones, Sense recorrió nodos clave de la anatomía urbana de Medellín y dedicó su esfuerzo a hacerle acupuntura sutil. El ejercicio de Sense como laboratorio de ciudad concluyó su espíritu itinerante. Sin embargo, su materia prima, las moléculas orgánicas y artísticas que lo componían, mutaron en Actos anuales en San Lucas, para transformar su esencia y asentarse en una exploración continua de las formas del arte, de la naturaleza, y la chispa vital que las anima.
A principios de este 2024, iniciamos la Residencia Humanese, en donde exploramos el punto de partida de cada una de las residentas: la tierra, la materia, la madre, la roca, la actitud receptiva que permite todas las creaciones. Exploramos las capas de nuestro cuerpo que reconocen que la tierra no es tan firme ni tan inerte como pensábamos.
La semana pasada, en los días que transcurrieron del 22 al 28 de abril, se llevaron a cabo los Actos No.1: Terrestres. El primer Acto fue el inaugural, bajo la codirección de Carolina Gaviria, y cada día le ofrecimos a Medellín un Acto de lo que emergió durante la Residencia. Algunos incluyeron: Elaboración de bitácora, con la arquitecta Juliana Díaz; Línea, vuelta, repito, de la artista Paula Toro; Reciclar para crear: Escarabajos, con la artista Ana María Velásquez, entre otros. Y para concluir estos primeros Actos, tuvimos dos días de Vendita, la Feria de Oficios, con más de 40 creadoras.
Ahora estamos en cuenta regresiva, para la Résidence Culture 2024 de tres meses, galardón que recibí para llevar el trabajo de Humanese a Francia. Espero que este año entrante podamos tenerte de nuevo por acá; para ese entonces, ya habré parido una segunda vida.