Carta desde la huerta

Hola, te escribo desde la huerta en casa, para invitarte a una feria de oficios y saberes especializada en el alimento: Vendita. Debo confesar que con nuestra perrita Polka, mantener la huerta ha sido un reto. Casi que todo lo que sembramos, se lo come; excepto las aromáticas y algunas lechugas crespas.

Crecí siendo absolutamente citadina. Ahora, como creadora en Humanese, un espacio de artes, ecologías y culturas contemporáneas, me sorprendo con la fluidez de los ciclos de la naturaleza.

Contemplar estos ritmos nos ha permitido, como familia, reconocer el tiempo que demora una semilla en germinar, una raíz en crecer, un tallo en alargarse, la flor seducir al polinizador, y finalmente el fruto nacer. Así hemos contemplado una serie de milagros que se necesitan para tener alimento en la mesa.

El oficio de cocinar ha sido una de mis fascinaciones. A través de ella viajo y llego al paraíso, con ella me conecto con mi cuerpo y ha sido mi fiel aliada para cuidarme y cuidar a mi familia. Desde pequeña observé a mi madre transformar plantas en delicias y, sobre todo, el disfrute de la comensalidad, de cocinar como gesto de amor y cuidado. Todo en casa era hecho por ella y rara vez hubo algo procesado en la nevera. Los paseos olían a mandarina recién abierta y el alimento sigue siendo la excusa para reunir a la familia entera alrededor de la mesa.

Mi universo hecho en casa tuvo pausa durante mis estudios en Estados Unidos donde vivía en la universidad y la cafetería era la única opción para sobrevivir. Allí, la comida era procesada, chatarra, y triste.

Este despertar me hizo darme cuenta de que cocinar era el salvavidas y me llevó a ser aprendiz del chef José Andrés, en Washington D.C., y luego descubrir la cocina ayurvédica, con Divya Alter, en Nueva York, hasta llegar a Noma, en Copenhague, con René Redzepi, y finalmente, en París adentrarme en la cocina vegetal en Sol Semilla, con Jean-Françoise Hämmerle.

Estas búsquedas eran, sobre todo, con la intención de una conexión profunda con mi cuerpo y un deseo de nutrirme verdaderamente.

Hoy sigo recogiendo e integrando todos estos aprendizajes y poniéndolos al servicio de mi familia y comunidad. Durante muchos años enseñé cocina vegetal y desde entonces sigo ofreciendo experiencias para expandir sensibilidades y abrir nuevos caminos en Medellín.

Omnívora, vegetariana, vegana, crudista, macrobiótica, dash, kosher, paleo, keto…ya son tantas que perdí la cuenta. Más que etiquetar, sigo apostándole al alimento como detonador de encuentro y de evolución colectiva.

Así que te invito a Vendita Humanese, nuestra feria de oficios y saberes especializada en el alimento. Un espacio de encuentro, de inspiración, y de exploración alrededor de las infinitas transformaciones del alimento. Un espacio para acercarnos a la tierra, a las manos, a los oficios que nos nutren. Tendremos una oferta de proyectos pioneros en todos los frentes del alimento a partir de huertas agroecológicas, panaderías, reposterías, fermentadoras, bebidas…todo estará acompañado de charlas y talleres.

Te esperamos el sábado y domingo, cinco y seis de abril, en Humanese, en San Lucas.

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