Es una de las actrices más reconocidas en Colombia. A partir del 2 de marzo y hasta el 5, estará en el Teatro Metropolitano junto a Adriana Bottina, Ana Sofía González, Ramsés Ramos, Diego León Hoyos, y 23 artistas más. Conversamos con ella a propósito de “Chavela por siempre Vargas”, la obra que la trae a Medellín
Hablar con ella es regresar a muchas historias. Su cuerpo ha sido la casa de personajes memorables del cine, el teatro, y la televisión. Después de unos minutos de conversación, es posible entender por qué se ha ganado el afecto y la admiración de muchos: tiene una humildad genuina, que unida a su sensibilidad y capacidad de ver lo bueno, la convierten en una persona tan interesante como la actriz que también es. Durante cuatro noches seguidas y sobre el escenario del Teatro Metropolitano se convertirá en Chavela Vargas, la cantante y actriz mexicana que entre esfuerzos y adversidades dejó ese pueblo de Costa Rica llamado San Joaquín Flores y llegó a México, en busca de un deseo: ser cantante.
Chavela Vargas no solo logró sino que se convirtió en una de las mujeres más importantes de la música mexicana. Fue amiga de artistas como José Alfredo Jiménez, Frida Kahlo y Diego Rivera y cineastas como Pedro Almodóvar o escritores como Carlos Monsivais la admiraron. La inmunidad no parecía ser una condición posible al tenerla cerca.
Acompañados por trompetas, violines, guitarras y las voces de un Mariachi, y bajo la dirección musical del Josefina Severino, el público podrá cantar o escuchar canciones como “La llorona”, “Paloma negra”, “Macorina”, “Volver, volver”, “El rey”, “Un Mundo raro”, entre otras.
Un mariachi en vivo, un vestuario que reúne brillo, colores y elementos de varias décadas, y una escenografía que se transforma en camerino y donde se ve el llamado “Árbol de la Vida” y la “pirámide de Chichen Itza” son posibilidades para los asistentes.
¿Cómo se convirtió en la actriz de Chavela?
Este papel me llegó sin buscarlo, como la mayoría de cosas bonitas en la vida, como la carrera de actriz. El director Manuel José Álvarez me propuso hacer este personaje, y yo estaba muy escéptica conmigo misma. Después me envió el guión escrito por Victor Vásquez y leerlo me conmovió mucho porque no es cualquier historia, es el punto de vista, la mirada de él sobre Chavela. Yo la leo, me emociono y siento que eso es teatro: partir de un texto. Luego supe que la directora musical es Josefina Severino, una mujer con la que ya he trabajado, tengo confianza y admiro. A ella le dije: si no doy la talla, me dices. Luego conocí el resto del elenco, la producción, la escenografía y la música y me sentí en confianza y a gusto. Muchas veces le he dicho no a proyectos e incluso he recomendado otras actrices para hacerlos. La vida es corta para uno hacer todos los papeles y nunca me he creído capaz de asumir cualquier cosa o papel. Cuando empezaron los ensayos gané confianza y sentí que podía hacerlo.
¿Qué desafíos trajo este papel?
Creo que la parte en la que Chavela habla de sí misma es difícil porque primero hay que pasar esos diálogos por el corazón, si no, no vale la pena. Y aquí tuve que pasarlos por el corazón mío porque tenía que conmoverme y tenía que conmover al público, a través de la actuación porque no se trata de un informativo sobre su vida. El desafío estuvo en todo el proceso de apropiarse de una historia, una historia universal que puede ser la de cualquier mujer: con ilusiones, con reveses. Sentir sus sentimientos, decir sus palabras de boca para afuera no es suficiente; toca comprometerse como persona para que sea verdadero, algo bello y conmovedor, que el público sea tocado. Cualquier manifestación del arte no debe quedarse solo en la diversión sino tocarnos, también, en un mundo tan complejo como el de hoy en el que hay enfermedades o violencia. El arte debe llevar también a que nos detengamos a que pensemos con la mente y el corazón.
¿Cómo fue el trabajo con el elenco y las otras protagonistas?
Todas somos muy diferentes en edades y carreras (Adriana Bottina y Ana Sofía González representan a Chavela Vargas en otros momentos de su vida). Ana Sofía González me conmueve con su actuación y Adriana Bottina es una cantante excepcional. Creo que cuando uno enfrenta el trabajo desde la generosidad y no desde la competencia, se puede generar esa armonía. Somos tres, que al final somos una: Chavela. Y por eso tenemos que querernos y complementarlas; esto se dió. Y creo que fue gracias a un acierto del director Manuel José Álvarez que supo elegir y dirigirnos.
¿Cómo fue la respuesta del público en Bogotá?
Presentamos esta obra después de los cierres por la pandemia. Una obra no es obra hasta que no hay público; el teatro es un acontecimiento único e irrepetible. En Bogotá, el público respondió de una forma muy bonita. Cuando no esperas nada y la respuesta es tan bonita, todo es ganancia y agradecimiento. La posibilidad de presentarnos en Medellín nos llena de ilusión a todo el elenco.
¿Por qué ir a este espectáculo?
Cuando uno elige ir a un espectáculo así, escoge dejar la comodidad de su casa. Cuando eso pasa, personalmente agradezco que alguien tenga interés de ir al lugar donde yo trabajo. Qué bueno sería que a la gente de Medellín le llame la atención ir a este espectáculo donde cada parte está hecha con belleza y donde la obra tiene este elemento presente, en todo: en su danza, en la música, en la parte escrita, en su escenario. Aquí también se narra una historia donde nos podemos sentir reflejados: una mujer que tuvo épocas de gloria y derrota, y que vuelve a levantarse con fuerza; una mujer que usa la música como arma para vivir. Qué bueno que el público de Medellín al que ya conozco, nos acompañe en “Chavela por siempre Vargas”.