Desde su juventud a Carlos Julio Calle le apasionaron las ciudades y sus potencialidades, tal y como lo confirma su hijo Carlos Eugenio, quien lo acompañó en esa empresa que significó el diseño del edificio Inteligente de las Empresas Públicas.
Su apasionamiento por los espacios citadinos lo llevó a estudiar arquitectura en la Facultad de Minas y a especializarse en Diseño Urbano en Inglaterra, para luego convertirse en socio fundador de A.I.A. Arquitectos Asociados. Como “un hombre universal, pendiente de la literatura, la música, los desarrollos tecnológicos, además de profesor de muchas de las personas que han diseñado edificaciones en la ciudad”, así lo define su hijo Carlos, quien lo acompaña en estos momentos de convalecencia en un hospital, a la espera de su pronta recuperación. A sus 80 años es descrito además como un defensor de la priorización de otros aspectos de Medellín como urbe, por encima de las eternas discusiones sobre la movilidad. Carlos Tobón lo retrató en 2009.