Pez león un pez que pone en jaque al Mar Caribe colombiano
“Ni el tiburón ni el mero parecen responder positivamente a incluir este venenoso animal en su dieta”
Suele existir la creencia de que la proliferación de animales es sinónimo de vida y salud de los ecosistemas, sin embargo, cuando éstas son introducidas o invasoras, el panorama es radicalmente distinto. Se considera una especie invasora a cualquier planta o animal introducida por el hombre fuera de su lugar de distribución natural y que por lo general resulta dañina para el equilibrio del ecosistema.
Sin embargo, ¿cómo puede una especie invasora afectar a una persona de ciudad? La respuesta es tan simple como decir que en medio ambiente no existen hechos aislados, es decir, que no hay nada que pase allá que no repercuta acá, pues finalmente todos estamos bajo el mismo cielo.
Uno de los casos más preocupantes es el del pez león, una exótica especie proveniente del Océano Índico que, según se cree, fue liberado tras la destrucción de un acuario artificial en la Florida donde había ejemplares en cautiverio. Estos animales son grandes depredadores y suelen alimentarse de pequeños peces de arrecife, y de otros de los que depende la seguridad alimentaria de muchas familias.
Principales afectados
En la larga lista de afectados se encuentran los corales; la presencia del pez león disminuye la población de otros animales marinos que se comen las algas presentes en los arrecifes. Al no tener depredadores éstas afectan en gran manera la salud de estos sensibles animales que, entre otras cosas, deben afrontar la amenaza del cambio climático.
Además de los efectos que genera en la pesca artesanal y comercial, este depredador, afecta a los turistas quienes pueden también ser sus víctimas; al entrar en contacto con el pez león, éste libera su veneno, el cual provoca un agudo dolor y problemas respiratorios. Según un artículo publicado por la revista Science, científicos norteamericanos están comparando el estado de esta especie en el Caribe con el del Pacífico, donde está aparentemente controlada, para determinar la forma en que se puede detener su proliferación.
Pruebas realizadas en la Universidad Estatal de Oregon, en Estados Unidos, demostraron que un ejemplar de pez león fue capaz de comer 20 peces en 30 minutos. En parte le atribuyen este fenómeno a que por ser un animal exótico algunas especies no lo identifican como un pez depredador.
Aunque se han hecho pruebas para determinar cuál sería un depredador para este pez, ni el tiburón ni el mero parecen responder positivamente a incluir este venenoso animal en su dieta. Mientras tanto, su población sigue creciendo y el problema está latente. En Colombia, se ha detectado su presencia en el archipiélago de San Andrés y Providencia, Islas del Rosario y San Bernardo y en las inmediaciones del Parque Tayrona.