Lo que viene ocurriendo en la compañía de telecomunicaciones, en la que la ciudad tiene 50% más una acción, pero le entregó el control administrativo, financiero y operativo a Millicom sigue despertando la indignación entre usuarios y concejales, a quienes aún no les cuadran los nuevos modelos en uso.
María Paulina Aguinaga, concejala que ha liderado el debate contra el desempeño de la fusión, el más reciente celebrado el viernes 28 de octubre, aseguró que se busca “proteger los intereses de Une-Epm y de la ciudadanía, pues erróneamente se ha dicho que con estos debates se le hace daño a la empresa. Lo que no se dice es que el daño se le hace es con las malas decisiones que hemos terminado pagando los ciudadanos”.
Marcelo Cataldo, presidente de Tigo-Une, reconoció que desde julio de 2016 a la fecha han despedido a 43 trabajadores, de los cuales 41 han sido sin justa causa con la respectiva indemnización, que, según él, responde a “un análisis realizado por una empresa externa de la planta de personal y la necesidad del negocio en conjunto, acorde a los perfiles y los cargos que esas personas ocupaban”.
Cataldo también explicó la alianza por medio de la cual 600 trabajadores pasaron a la multinacional china Huwaei bajo la modalidad de “sustitución patronal”. De acuerdo con el vocero de la compañía de telecomunicaciones, se decidió acudir al modelo de “servicios gerenciados” con el fin de mejorar los procesos, el desarrollo humano y de eficiencia. “Es una tendencia mundial en el área de las telecomunicaciones”, justificó el empresario paraguayo.
Estos 600 trabajadores no se pueden catalogar como despidos, afirmó Cataldo, pues según él, se respetó la antigüedad de los empleados para todos los efectos, mantienen las primas, el salario y los beneficios. Mientras que la polémica alianza, en su consideración, traería para la ciudad beneficios como “más innovación, mejoramiento continuo en la calidad, mejoramiento en la experiencia y la posibilidad de desarrollar un centro regional”.
Sin embargo, la explicaciones del presidente de la compañía no convencieron a Luz Marina Múnera, otra de las concejales citantes al debate, quien se preguntó: “¿Esas 600 personas pasan por cuánto tiempo?¿me asegura que se jubilan en Huawei? ¡No me haga reír, no se burle de esta ciudad!”, señaló.
Por su parte, María Paulina Aguinaga, llamó a la ciudadanía a la sanción social, tras afirmar que la fusión Une-Millicom “no fue una alianza para crecer, las promesas de utilidades y dividendos no se cumplieron. Si no se hizo en el corto plazo, mucho menos en el largo” y agregó: “Se apropiaron del ahorro de la ciudadanía, han malgastado el recurso y no han rendido cuentas”.
Y es que para los concejales, de las mayores calamidades que han llegado tras la fusión son el tema laboral de los empleados. De acuerdo con cifras presentadas por Aguinaga, entre 2015 y 2016 han despedido a 94 personas sin justa causa y otras 196 se acogieron a un plan de retiro voluntario.
Múnera, del Polo Democrático, aseguró que la decisión de pasar a la modalidad de “sustitución patronal” a 600 empleados, no fue consultada en la junta de la compañía fusionada. “La respuesta fue que no había acta porque eso no se decidió en junta. Pero nos dijeron que no perderíamos el control político sobre la empresa, pero usted decide solo. ¿Cuál control político?”.
Las concejales Múnera y Aguinaga, advirtieron lo que sería un riesgo contractual para esos 600 trabajadores y las afectaciones que podrían significar para la empresa, pues según ellas “Huwaei lo que va a hacer es utilizar estos empleados en otros negocios, mientras que Une pierde su mayor activo”.
Como conclusión, Cataldo afirmó en el recinto del Concejo que “somos una empresa sólida, que crece, que trabaja todos los días por el consumidor en un ambiente altamente competitivo”. También advirtió en su presentación algunas situaciones del contexto económico como la tasa de cambio, la inflación y elementos planteados en la reforma tributaria, que podrían afectar el negocio.