En el café Los Libertadores se ven partidos y se toma una buena taza o un trago. Además es un punto de encuentro del deportes: se habla de táctica, historias, proyectos, trivias, tertulias.
Por: Sebastián Aguirre Eastman / [email protected]
Era más de una docena de ingleses, huéspedes de los hostales de Manila. No se supo bien si eran todos hinchas del Liverpool, pero quién necesitaba ser fanático de ese club para emocionarse con lo que mostraba la tevé. El Barcelona de Messi caía goleado 4-0 por el famoso club de la ciudad de The Beatles.
Había tribunas llenas en Los Libertadores, como las hubo al día siguiente, esta vez para Ajax-Tottenham. Pero también ha habido cupo completo en charlas, tertulias, trivias y campeonatos de Play, que desde hace seis meses se congregan en este café que se presenta como La casa del fútbol, con gente que también bebe cerveza, pica algo y ve fútbol como tantos otros, aunque lo siente de un modo diferente.
David Ospina, el portero de la Selección, es uno de los socios; también Jaime Barrientos, exaquero de Nacional y DIM; el periodista Santiago Aristizábal y el empresario Sebastián Lopera.
La idea fue de Jaime. Él quería tener un sitio al cual se trasladaran esas charlas interminables de fútbol con sus amigos. Fue sumando amistades y propuestas. Se asesoraron en la parte gastronómica y quisieron darle un concepto distinto al lugar.
Querían, de algún modo, que el fútbol local y regional pasara por el Café Los Libertadores.
Para conocedores y neófitos
Los ingleses ven el partido de la Champions League, sentados en una mesa donde destacan tres estadios en miniatura: el Santiago Bernabéu, el Nou Camp y el Atanasio Girardot. Son réplicas hechas en 3D, que llaman la atención de cualquiera.
Hay tres pantallas, una de ellas está rodeada de camisetas de fútbol de hoy y de antes; la otra, de libros especializados en el deporte. Los hay de escritores famosos y de colección.
El mes pasado vino Francisco Maturana, para hablar de fútbol en un canal internacional.
Mauricio Molina los visitó para una charla sobre táctica, que se ha repetido ya en otro par de ocasiones. Una de ellas fue con el entrenador Alejandro Restrepo, de las divisiones menores de Nacional.
El martes 14, el periodista Santiago Hernández habló sobre el campeonato profesional colombiano en la década de los 80. Un sinnúmero de historias rodearon el encuentro, que evocó nostalgias, como los arqueros que atajaban en sudadera o los equipos colombianos que ya no existen y que en esos tiempos eran famosos.
Jaime dice que han dialogado con la Liga Antioqueña de Fútbol para hacer allí una serie de eventos instructivos. Con Nacional y DIM también han conversado para tramar algo.
También han intentado posicionar un cine futbolero y las trivias ya son famosas entre los participantes, por el grado de dificultad y porque hay premios de por medio que han alimentado la competencia.
De todo pasa en Los Libertadores. Eso se soñaba Jaime. Que el lugar, cuyo nombre se lo debe al hipódromo de Medellín donde se jugó por primera vez fútbol profesional, fuera la casa del deporte, y que acogiera a conocedores, pero también a quienes quieran aprender o escuchar historias que los cautiven.
“Se piensa y se siente el fútbol”
La periodista Jennifer Villafañe asistió al primer encuentro de mujeres en abril. “Valoro la intención de abrir el espacio a todos: al experto, al aficionado, al que quiere aprender, al extranjero, a las madres que viven el fútbol a través de sus hijos, un lugar para todos. El encuentro de mujeres es un espacio en el que podemos compartir sin ser juzgadas por ser mujeres o por desconocimiento”.