Una de las mujeres más destacadas fue la Cacica Agrazaba, envuelta todavía en leyendas, pero sobre la cual existen ya informaciones muy concisas que han logrado probar diversos historiadores. La india Agrazaba tuvo repercusiones en la lucha contra los españoles y se le tiene hoy sindicada de haber sido la cabeza de una fuerza indomable de mujeres que logró penetrar a un campamento de los expedicionarios para dar muerte a algunos de ellos y al mismo tiempo para poner en libertad a sus hombres que estaban siendo sometidos a torturas. Del valor de la Agazaba y de sus mujeres no se ha escrito lo suficiente.
Mucha parte, o casi toda, de la resistencia de la Agazaba se debió a las actitudes excesivamente crueles y desconcertantes de algunos de los expedicionarios de la región, no solo en contra de las riquezas y de las tierras de las tribus sino también de la misma dignidad de las mujeres, de las cuales se abusó constantemente, así algunos episodios de la historia en este aspecto difícil y complicado se pretenden ocultar inútilmente. En su lógica desesperación, no pocas de ellas asumieron posiciones intrépidas que pagaron en su momento naturalmente con su propia vida.
Herida en la dignidad de su tribu, la cacica Agazaba se puso al frente de valientes mujeres para el rescate sangriento de los jefes y de los caciques de la región que habían sido puestos prisioneros por los expedicionarios españoles. Mujer de armas tomar, en actitud de defensa de todos sus intereses, la Agazaba se enfrentó a Pedro de la Vega, Juan de Ortega y Fermín Sánchez. Para la lucha, las mujeres se valieron de flechas envenenadas y de garrote, sorprendiendo a los españoles con la complicidad de la noche. Se indicó que los españoles no pudieron resistir al ataque y en poco tiempo cayeron vencidos. Se les dio muerte en forma violenta con la conducción de la cacica Agazaba, la cual había organizado convenientemente su fuerza de combate.
Quienes han profundizado en la historia de esta mujer sostienen que también perteneció a la tribu de los Catíos y que en ella tuvo sin lugar a dudas muchísima figuración y un gran respeto. De sus acciones en la guerra con los conquistadores circulan numerosas informaciones pero no todas ellas, obviamente, debidamente acatadas por los historiadores. De su inteligencia y de su temple, no parecen quedar dudas.
La iniciación de la cacica Agazaba en su contienda con los españoles quizás se formó cuando ella organizó un auténtico equipo de espionaje en unión de otras mujeres de su tribu. Con la organización que en ese momento permitían las circunstancias, las mujeres seguían sigilosamente a los invasores de sus tierras.