EL barrio Patio Bonito es uno de los más extensos y arborizados de los 27 que, según Planeación, tiene El Poblado. Una hermosa finca le dio su nombre
Sin duda es uno de los barrios más bellos de El Poblado. El verde aún lo caracteriza, pese a la urbanización de la que fueron objeto las antiguas fincas. Árboles floridos y jardines con plantas coloridas refrescan esta zona por donde es común ver caminar, sobre todo los domingos, a personas solas o en pareja, con sus mascotas o con sus pequeños hijos. Las mayoría de sus casas se conserva, no para habitación sino como oficinas, tiendas de muebles, de decoración, inmobiliarias, fiduciarias, y centros médicos, entre otros. Patio Bonito también es sede de importantes centros educativos (Universidad Pontificia Bolivariana, Inem, Politécnico) y de clínicas, como Las Vegas.
Las cifras
Según datos del Fondo de Valorización de Medellín -Fonval- Patio Bonito cuenta hoy con cerca de 8.870 habitantes, 3.500 más de los que registró en 1995 el Anuario Estadístico Metropolitano. Para entonces Patio Bonito tenía 5.370 habitantes: 3.010 mujeres y 2.360 hombres, distribuidos en 1.476 viviendas y en un área de 726.843.400 mt2. Hoy, curiosamente, estas cifras discriminadas no existen, pues no las incluye la Encuesta de Calidad de Vida, publicación municipal que reemplazó al Anuario Estadístico Metropolitano.
Sus límites
De acuerdo con el Departamento Administrativo de Planeación, el barrio se extiende de oriente a occidente desde la Avenida El Poblado hasta el río Medellín, y de norte a sur desde la quebrada La Presidenta hasta la Calle 4 Sur. Al sur limita con el barrio La Aguacatala, al oriente con Alejandría y La Florida, al norte con Astorga y Manila y al occidente, separado por el río, limita con Guayabal y Campo Amor. Estos límites también son distintos a los que presentó el Anuario Estadístico Metropolitano en 1995, cuando Patio Bonito incluía a Astorga y limitaba con la Calle 10.
Sitios característicos
La Presidenta es uno de los referentes de Patio Bonito. Esta quebrada no solo fue la guía para el trazado inicial del barrio sino que por años fue escenario de un mito urbano: vecinos de diferentes épocas, tanto de la segunda y tercera década del siglo 20 como los que habitaban la zona en 1983, aseguraban con pavor que La Llorona se lamentaba y quejaba por las noches a orillas del afluente. Nadie la vio nunca, pero muchos insistían en que la oían.
Extrañamente, para los habitantes de Patio Bonito su barrio tiene otro sitio primordial: el templo de Santa María de Los Dolores. Pero resulta que, según Planeación, este pertenece al barrio Astorga. La paradoja es que el lote donde se encuentra fue donado por María Jesús Arango de Escobar, dueña de la hacienda Patio Bonito, y con rifas, donaciones, bingos, empanadas y pasteles se inició allí la construcción del templo en 1986, con un presupuesto de 38 millones 500 mil pesos.
Obras viales
Dos de los proyectos viales más importantes contemplados en el Plan de Desarrollo 2008-2011 se ubican en Patio Bonito: uno de ellos es el puente de la Calle 4 Sur, que también se localiza en los barrios La Aguacatala y Cristo Rey. El puente inicia en el lote Los Guayabos y termina en Guayabal, y pasa entre Eafit y la urbanización Vegas del Poblado. Aunque la estructura está siendo construida con recursos del Municipio, sus vías de acceso se ejecutarán por valorización. Le dará continuidad al sistema vial de Los Balsos y se espera que esté terminado en diciembre de 2011.
El otro proyecto que afectará directamente a los habitantes de Patio Bonito será la prolongación de la Loma de los Parra en doble calzada entre la Avenida El Poblado y la Carrera 43D, donde se empalmará con las vías laterales a la quebrada La Guadalajara. Aun no hay fecha de inicio para esta obra que se realizará con recursos de valorización.
“Nos tienen como en el traspatio”
“Es un barrio muy bonito pero nos tienen como en el traspatio, dice Guillermo González Illidge, quien hace 32 años vive en El Limonar, uno de los primeros edificios que se construyó en el sector. Hasta hace dos años hizo parte del Comité Cívico de Patio Bonito, hoy inactivo, y por varios años representó al barrio en el proceso del Presupuesto Participativo. Hoy se duele de que con la mudanza de una de sus líderes más dinámicas hacia otra zona, Patio Bonito se haya quedado prácticamente sin dolientes.
Todos los días desde las 6 de la mañana este sicólogo y sexólogo recorre a pie las calles del barrio, llega a misa al templo de San José a las 7 de la mañana, para luego continuar su recorrido, muchas veces acompañado con sus nietos. Por eso conoce, como ninguno, los problemas que merecen atención en Patio Bonito, sabe cuáles son los sitios más inseguros y que requieren presencia policial para que controlen a los ladrones que se movilizan en motocicleta y atracan a los transeúntes a plena luz del día, sobre todo cerca a la sede de la UPB.
Otro asunto que, en su opinión, merece la intervención de las autoridades municipales son las aceras. “Son un desastre. Unas están en muy mal estado o no hay por donde pasar porque los recicladores las ocupan. Los bordes de La Presidenta ni siquiera tienen andenes, lo que ha ocasionado que muchos peatones sean atropellados”. Añora los días en que Patio Bonito era más residencial y cuestiona la existencia de varios hostales donde jueves y viernes se generan ruido y problemas de orden público relacionados con la prostitución y el consumo de sustancias ilícitas.
Pese a estos aspectos negativos, sigue siendo un enamorado del barrio, de su aseo (con excepción del puente sobre la quebrada que dos días de la semana ocupan los recicladores), de sus árboles, de la educación de su gente y el respeto que hay por los niños. Para él, Patio Bonito es un paraíso, uno de los barrios más señoriales de El Poblado.
Ojo con La Presidenta
Una emergencia de marca mayor con la quebrada La Presidenta es uno de los temores que manejan algunos expertos, no solo basados en las inundaciones que ya han ocurrido, sino en estudios técnicos. Uno de estos fue el realizado por el ingeniero civil David Gómez para la Veeduría de las quebradas La Poblada – La Presidenta, y el cual fue enviado meses atrás a manera de derecho de petición a la Alcaldía de Medellín.
El estudio, de 12 páginas, se refiere al “sostenimiento deficiente o, mejor dicho, inexistente, de la canalización actual en el trayecto de Patio Bonito”, llama la atención sobre nueve sitios críticos con deterioros, daños, erosiones y socavaciones que requieren un “urgente reparación y acondicionamiento” a fin de evitar una emergencia superior a las que se han vivido en su área de influencia, y propone varias alternativas para conjurar la amenaza.
Según la Veeduría de las quebradas La Poblada – La Presidenta, este derecho de petición aún no ha tenido respuesta de la Alcaldía de Medellín.
De hacienda a barrio
La evolución de Patio Bonito
La gran hacienda Patio Bonito y su admirado patio de tierra amarilla, dieron origen al barrio con el mismo nombre, uno de los más tradicionales de El Poblado y en el cual se construyó la primera urbanización privada de lo que hoy se conoce también como la Comuna 14.
Tal y como lo registró Vivir en El Poblado en su historia sobre este barrio -publicada en la edición 112, segunda quincena de mayo de 1997-, a mediados del siglo 19 la inmensa finca Patio Bonito se extendía hasta el río Medellín, incluso hasta los terrenos donde está hoy la Fábrica de Licores de Antioquia. Eran tierras dedicadas al recreo y al trabajo. La hacienda tenía pesebrera, horno para la quema de barro y la producción de ollas, vasijas y tejas, contaba con sembrado de caña, trapiche y por sus predios pasaba el tren. Fincas vecinas como San Juan, Torrelavega, Guadalajara y Santillana también quedaban donde hoy queda el barrio Patio Bonito y sus nombres perduran en algunas urbanizaciones.
De campo a ciudad
La principal transformación de esta zona rural empezó hacia el año 1962, cuando María Jesús Arango, viuda de Abraham Escobar, último heredero de la hacienda Patio Bonito, constituyó con sus hijos la Sociedad Urbanizadora Patio Bonito. Sus tierras fueron divididas en 199 lotes -a 70 pesos la vara- para la construcción de viviendas unifamiliares hasta de dos pisos, en un área útil de 111.675 mt2, y la zona empezó la transformación de zona rural a barrio de ciudad.
En negocios posteriores, en los años 70 el área continuó su evolución cuando otros dueños vendieron parte de esas mismas tierras para la construcción de viviendas, de centros educativos como el Politécnico, el Inem y Eafit, almacenes y para la apertura de la Avenida Las Vegas.
Una de los hechos que más marcaron el paso de Patio Bonito a barrio de ciudad fue la construcción de la Urbanización Patio Bonito, ejecutada a partir de 1970 y reconocida como la primera urbanización privada de El Poblado.
A la finca Guadalajara, de don Diego Uribe Echavarría, también le llegó la transformación con el establecimiento en sus tierras de las unidades residenciales El Futuro, El Remanso y Guadalajara. Más tarde en sectores vecinos se construyeron Vegas del Poblado, El Patio, El Aljibe, Torres Blancas 1 y 2, Suramericana Patio Bonito, Aries, Santillana, Lugano, El Limonar, Cañaveral, Guadalquivir y El Camino de Patio Bonito. En 1995 contribuyó aún más a la modificación del barrio la edificación de la Estación Poblado, del metro. Desde ese momento hasta hoy, la vocación residencial de Patio Bonito no ha dejado de ceder terreno al carácter comercial, y son pocas las casas que no han despedido para siempre a los grupos familiares y albergan hoy empresas de diferente índole.