En un contexto global marcado por las crecientes amenazas climáticas y la necesidad de proteger la biodiversidad, Colombia busca posicionarse como un líder en la agricultura sostenible mediante iniciativas innovadoras que integren prácticas ecológicas.
Avovite, un emprendimiento antioqueño dedicado al cultivo de aguacate Hass, es un ejemplo de este esfuerzo. Con sede en Montebello, Antioquia, la empresa implementa estrategias que incluyen el uso de abonos orgánicos enriquecidos con bacterias y hongos benéficos, técnicas de control biológico con hongos antagonistas y bioinsecticidas, y la reutilización de residuos orgánicos para producir compostaje.
Sostenibilidad: una apuesta por el futuro
Según Emir Silva, socio fundador de Avovite, el reto del agro colombiano radica en producir de manera rentable y sostenible, preservando los recursos naturales para las futuras generaciones. Para ello, la empresa evita prácticas agresivas como el desvío de ríos y promueve el uso consciente del agua, además de proteger la flora y fauna autóctonas en sus zonas de influencia.
Innovaciones verdes para el equilibrio del ecosistema
Entre las prácticas destacadas de Avovite se encuentran:
- Coberturas vegetales (mantos verdes): previenen la erosión y mantienen la salud del suelo.
- Extractos vegetales: actúan como repelentes naturales de plagas.
- Optimización del agua: priorizan terrenos con fuentes hídricas adecuadas sin afectar ecosistemas locales.
Estas técnicas no solo mejoran la fertilidad del suelo, sino que también reducen la necesidad de fertilizantes y productos sintéticos, contribuyendo a un equilibrio ecológico.
Además del enfoque ambiental, Avovite apuesta por la formación técnica de estudiantes y trabajadores en colaboración con la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD), promoviendo una agroindustria más consciente y capacitada.
El camino hacia la sostenibilidad regional
El proyecto Colombia Agroalimentariamente Sostenible, alineado con el Ministerio de Agricultura, busca replicar estas prácticas en todo el país, especialmente en sectores como el del aguacate Hass, que ya impulsa su marca “Avocados from Colombia” en mercados internacionales.
Con este enfoque, Colombia tiene la oportunidad de destacarse no solo como productor y exportador, sino también como un modelo global en agricultura sostenible. Sin embargo, el éxito dependerá del compromiso del sector agrícola para evitar los errores de países como México y Chile, donde el uso intensivo de agua y químicos ha generado graves impactos ambientales.