Ante recientes avistamientos de zorro-perros en área urbana de Medellín, unas recomendaciones

El Área Metropolitana del Valle de Aburrá, autoridad ambiental de la subregión, y expertos coinciden en que la presencia de estos ejemplares en las calles de la capital de Antioquia cada vez se hará más común. Se debe invitar a las personas a proteger la especie.

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Primero se vio uno en plena Plaza Botero; ese mismo día, se logró observar a otro merodeando por la parte de atrás del Museo de Antioquia y, al otro día, reportaron otro avistamiento en los jardines de la Universidad de Antioquia. Han sido algunos de los zorro-perros que nos visitan en área urbana urbana de Medellín.

Y, ante esos recientes avistamientos de animales Cerdocyon thous, conocidos también como zorro-cangrejero, zorro-gris, perro de monte o zorro sabanero, unas recomendaciones.

Lea: ¿Cómo proteger al zorro perro que habita la zona urbana del Valle de Aburrá?

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Tenga en cuenta que el encuentro de un zorro-perro puede generar emociones intensas por su belleza y singularidad. No hay que temerle, es un avistamiento que puede disfrutarse manteniendo una distancia prudente del animal.

Según Sergio Solari, investigador de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UdeA, uno de los riesgos de los zorro-perros en nuestro entorno es que los animales domésticos pueden representar una amenaza para su seguridad. Enfermedades como el moquillo, propio de los perros, puede ser letal para ellos.

“La zoonosis sucede en todos los animales. De la misma manera en que los españoles les contagiaron a nuestros ancestros enfermedades que no habían padecido y, por tanto, ante las que no tenían defensas. Los zorro-perros son altamente vulnerables ante las enfermedades que padecen animales como perros y gatos, porque no tenemos vacunas para prevenir que estas se propaguen en sus especies”, explicó Solari.

También es importante cooperar a través del adecuado manejo de los residuos, ya que el zorro-perro, al ser omnívoro, tener una dieta variable y moverse en zonas impactadas por el desarrollo urbano, puede acudir a ellos para alimentarse. “No se le debe dar de comer porque tiene unos hábitos muy claros, está aprendiendo a acercarse o no acercarse. Cuando siente olores, se acerca y, si le gusta, va a cebarse. Casos como los de los pájaros que se ven en las sedes de la Universidad. El animal sale a buscar alimento y permanece en los lugares en los que se siente a salvo”, detalló Solari Torres, quien coordina el grupo de investigación Mastozoología de la Universidad de Antioquia.

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Cuando este animal se acostumbra a un sitio y aprende cómo llegar a él de manera segura, regresa. Así que, si siente que es el ambiente propicio para comer, dormir y descansar, puede quedarse; por todo esto su presencia en zona urbana puede volverse recurrente.

Finalmente, no se deben alimentar los zorro-perros, ya que, de adquirir el hábito de comer comidas humanas, se afectarían sus sistemas digestivos.

Investigación

El Instituto Alexander von Humboldt y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá suscribieron el Convenio Interadministrativo No. 921 de 2021 con el objeto de: “Realizar el rastreo, seguimiento y el monitoreo a la fauna silvestre en el territorio metropolitano del Valle de Aburrá”.

El zorro-perro es habitante de las zonas periurbanas de Medellín, ya que en estas encuentra los frutos y vegetación estable que necesita para su supervivencia. “Se ha reportado su presencia en las laderas del área metropolitana, sobre todo en zonas de Envigado, San Antonio de Prado, Las Palmas y Bello; sin embargo, a veces llega a los barrios centrales de la ciudad, sobre todo en el lapso de la pandemia por la covid-19 se vio constantemente en algunas calles vacías de Medellín”, aseguró el investigador.

Por su parte, Iván Darío Soto Calderón, profesor de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, enfatizó en que el zorro-perro no es un animal doméstico y que, por lo tanto, hace parte de la fauna silvestre, por lo cual la ley colombiana prohíbe su comercialización.

“Si lo vemos caminando por el campus universitario recordemos que debemos respetar su condición silvestre. Es importante no molestarlo, ya que como cualquier otro animal que no está en constante contacto con humanos, puede tornarse agresivo. Esto no significa que no se pueda mirar o admirar a una distancia prudente; tampoco que debamos temerle”, alertó Soto Calderón.

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