Cada día, cientos de llamadas llegan a la línea 123 en Medellín, muchas de ellas en situaciones críticas que requieren atención inmediata. Detrás de estas respuestas está un equipo de médicos, urgentólogos y paramédicos que operan el Sistema de Emergencias Médicas (SEM) y el Centro Regulador de Urgencias y Emergencias (CRUE), en un convenio entre la Universidad CES y la Secretaría de Salud del Distrito.
Asistencia en tiempo real
Recientemente, una llamada de emergencia se hizo viral en la ciudad. En la grabación, se escucha la tensión del momento en que un hombre de 60 años sufre un paro cardíaco. Mientras el equipo de atención llega al lugar, un paramédico de APH (Atención Prehospitalaria) da indicaciones precisas para estabilizarlo, lo que permitió salvarle la vida.
Los APH están capacitados para evaluar y atender pacientes fuera del hospital, coordinando su traslado a centros médicos.
“Desde los Centros Reguladores de Urgencias y Emergencias se gestionan los recursos para que los pacientes lleguen al hospital adecuado, asegurando una respuesta rápida y eficiente”,
explica Diana Luz Uribe Restrepo, experta en atención prehospitalaria.
La primera línea de respuesta en emergencias
La atención prehospitalaria cumple un papel clave en la respuesta a emergencias médicas y accidentes en la ciudad. Los tecnólogos en esta área están preparados para actuar en crisis de salud y coordinar con hospitales, reduciendo riesgos y evitando complicaciones graves.
Según especialistas en gestión del riesgo, este tipo de atención mejora la seguridad y la calidad de vida de la población, garantizando que los pacientes reciban asistencia oportuna desde el primer contacto con los equipos de emergencia.