La planta de tratamiento de aguas residuales en la centralidad de Santa Elena está en su fase final de ampliación y se espera que entre en funcionamiento en junio. Con este proyecto, la capacidad de tratamiento pasará de 1 litro de agua por segundo a 15, lo que permitirá atender la demanda de 496 viviendas, mejorando significativamente las condiciones ambientales y sanitarias del sector.
El crecimiento poblacional en el corregimiento había llevado a que la infraestructura existente resultara insuficiente para procesar las aguas residuales de 228 viviendas. Como resultado, muchas familias dependían de pozos sépticos o vertían las aguas directamente en la quebrada.
“Estamos ampliando la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales en la centralidad de Santa Elena, protegiendo la quebrada que lleva este mismo nombre”,
destacó el secretario de Gestión y Control Territorial, Juan Manuel Velásquez Correa.
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Para los habitantes, la ampliación representa un cambio significativo en la calidad de vida y en la conservación del medio ambiente.
“Antes las aguas negras iban directamente a la quebrada. Ahora, con esta planta, tendremos un tratamiento adecuado que nos permitirá devolver el agua en mejores condiciones”,
afirmó Santiago Jurado Tangarife, residente de la zona desde hace más de 30 años.
Este proyecto, además de cumplir con las normativas ambientales de Corantioquia, ofrece una solución estructural a una necesidad histórica de la comunidad de Santa Elena