Cada vez son más frecuentes los casos de muertes de ardillas por atropello, descargas eléctricas o depredación en El Poblado. La autoridad ambiental trabaja en la caracterización de su población en el Valle de Aburrá.
Lo único que le faltó al señor para salvarla fue darle respiración boca a boca. Ocurrió en Manila hace un par de semanas. La ardilla había caído de un poste de energía, producto de una descarga eléctrica, y el transeúnte, que iba rumbo a su trabajo, le hacía ejercicios de reanimación en su pecho para intentar devolverla a la vida. Los ojos desorbitados del animal, sin embargo, no daban mucha esperanza.
En la misma semana, el lector Rodrigo Orrego compartía la imagen de una ardilla atropellada por la calle 17, en Castropol. “Al mes pueden perderse hasta cinco ardillas solo en esta dirección”, reportó. Él envió una carta al Área Metropolitana solicitando medidas para evitar más casos similares y la autoridad le contestó que evaluarán la posibilidad de instalar pasos para fauna silvestre (el pasado miércoles 30 de enero ya hubo una primera visita de verificación).
El crecimiento urbanístico de El Poblado, reflejado en edificios, vías y afanes, va en detrimento de la cobertura vegetal de la zona y por ende cada vez más animales como ardillas, guacharacas, zarigüeyas y serpientes sufren las consecuencias.
La ardilla de cola roja
En Colombia hay una única especie de ardilla que habita las zonas urbanas: la sciurus granatensis o ardilla de cola roja, dijo Catalina Díaz, coordinadora de Flora y Fauna del Zoológico Santa Fe. Su principal amenaza es el crecimiento urbanístico, pero también son víctimas de las capturas para ser tenidas como mascotas -lo cual no está permitido ya que son especies silvestres-, y de la depredación de animales domésticos como los gatos.
Nancy Zamudio es líder de proyectos de biodiversidad de la Universidad CES. Contó que al Centro Veterinario de la institución en El Escobero llegan pacientes con politraumatismos y fallas en diferentes partes del cuerpo como el sistema nervioso y fracturas del sistema óseo, además de daños en órganos interiores.
El Área Metropolitana no tiene un cálculo de la población de ardillas en la región, informó Víctor Vélez, profesional de fauna de la entidad. En la actualidad se hace un estudio, en convenio con la U. Nacional, para su caracterización y medir sus dinámicas de flujo poblacional.
Esto servirá para detectar por dónde se mueven y establecer estrategias de control, de protección y de conectividad, es decir facilitarles su circulación.
La entidad exige a los constructores un plan de manejo de fauna para el salvamento, tratamiento y reinserción en su hábitat de las especies que estén en la zona de obra. Si no tienen este plan, el Área puede incluso suspender sus trabajos. También obliga a tener acompañamiento profesional especializado en manejo ético y responsable de fauna silvestre que garantice la debida atención del animal afectado.
¿Cómo actuar si se encuentra una ardilla herida?
Nancy Zamudio, del CES, sugirió que como primera medida la persona se cerciore de que no pondrá su vida en peligro, en caso que el animal esté en una vía pública con mucho tránsito. Procure no recogerlo con la mano, pues puede haber restos de sangre u orina con riesgo de infección, o exponerse a una mordida. Acuda a una toalla o un buso para protegerse.
No le dé agua ni tampoco se la arroje, consiga una caja y trate de recubrirla en su interior con pasto o algo blando para introducir en ella el animal, que debe ir siempre con la cabeza hacia arriba en la medida de lo posible.
Cierre la caja y ábrale huecos en los costados para ventilación y transpórtela hasta las autoridades ambientales (Área Metropolitana o Corantioquia) o algún centro veterinario.