La mayoría de las veces el invierno desencadena los desplomes de los árboles, pero también incide la afectación a las raíces generada por pisos duros y construcción.
por Sebastián Aguirre Eastman
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Septiembre de 2017, con 25 casos, fue el mes con más árboles caídos en El Poblado, reportados en la Línea 123, en el periodo comprendido desde enero de 2016 hasta la fecha.
En ese mes se registraron granizadas fuertes en la ciudad, con picos los días 19 y 21. El Ideam declaró la alerta roja en Antioquia.
Durante 2018 van 83 registros en la comuna 14, con picos entre abril y mayo -46 casos entre ambos-, también con las lluvias como factor principal; sin embargo, hay otro que le genera preocupación a Eugenio Gaviria, ingeniero forestal de la Subdirección Ambiental del Área Metropolitana: el constreñimiento de raíces.
“Nos hemos dado cuenta de que muchos árboles caídos han sufrido poda de raíces o con las conversiones de zonas verdes a piso duro en las construcciones, estas pierden la capacidad de suministro de nutrientes, lo cual los debilita y finalmente pierden la capacidad de soporte”.
El tema de la edad no incide, pues Gaviria sostiene que en el mundo hay árboles con 5.000 o más años de existencia que permanecen en pie sin problema. En Medellín los individuos más longevos tienen entre 130 y 150 años.
El estrés es otra de las causas. “El proceso de urbanización en El Poblado ha hecho que los árboles queden comprimidos y encerrados dentro de un desarrollo urbano y definitivamente no soportan estrés, sus raíces se debilitan y terminan venciéndose”.
Una forma de detectar que un árbol está en peligro de caer es cuando pierde follaje con rapidez y no produce tantas hojas como siempre.
El Área Metropolitana está probando tecnologías que, mediante escáneres, permiten hacerles tomografías a los árboles para determinar su salud interior.