Como se puede intuir por su nombre, este árbol tiene un gran valor alimenticio, y también ornamental. Pertenece a la familia Moraceae y su nombre científico es Artocarpus altilis Forster. No tiene otros nombres comunes. Llega a medir hasta 20 metros de alto y desarrolla un tronco único de 50 centímetros de diámetro. Su copa es piramidal y extendida y con ella llega a cubrir 5 metros a la redonda. El Árbol del Pan secreta un látex blanco amarillento y pegajoso. Sus hojas son simples y alternas y fuertemente lobuladas. Miden de 40 a 60 centímetros de largo y de 20 a 30 centímetros de ancho. Son coriáceas, con pecíolos gruesos y cortos y con nervación marcada por el envés. Su color es verde oscuro brillante alternado con verde claro. Sus flores son pequeñas y abundantes, separadas las masculinas en amentos amarillentos y las femeninas en inflorescencias globosas.
El Árbol del Pan es ampliamente conocido por su fruto, una masa carnosa, elíptica, de color verde amarillento y que mide de 20 a 30 centímetros de diámetro. En la variedad sin semillas la cáscara es lisa y dividida en placas y en la variedad con semillas es rugosa y está cubierta de protuberancias rígidas. Estos frutos son ricos en fécula y llegan a pesar entre 1 y 5 kilogramos.
Se comen cocidos, asados o fritos. Son considerados un alimento energético porque contienen entre un 20 y 37% de carbohidratos, son ricos en calcio, hierro, fósforo y niacina, y en vitaminas C y B1. Incluso el exudado sirve para eliminar verrugas. Este Árbol del Pan está en el barrio Lleras, carrera 37 con la calle 8.