Antonio Soto Giraldo es un niño trovador. Lo llaman El retoñito de la trova o también Retoño. Tiene 7 años, vive en Medellín y, a tan corta edad, es reconocido por su destreza al momento de rimar.
Cuando Antonio trova, se siente feliz, pleno. Dice que es la mejor oportunidad que tiene para rimar las palabras, una figura literaria que disfruta al máximo, porque lo reta a buscar los mejores versos.

Gracias a YouTube, este niño inició su carrera en la trova. Él narra que un día estaba viendo videos en esta plataforma y le salió un recomendado de Perros Criollos, de los también trovadores Loquillo y JP. “Desde ese momento, en todas las fiestas de la familia empecé a trovar, a hacer la rima dobleteada”, describe el pequeño ‘retoño’ de Paola Giraldo y Sebastián Soto, unos padres que se sienten muy orgullosos, por cierto, del hijo que tiene. Antonio estudia en el Colegio Parroquial San Buenaventura, está en segundo de primaria. Basta con verlo trovar para afirmar que Retoñito tiene un talento innato para la improvisación. Al hacerlo, se muestra con entusiasmo y creatividad.
“Ahora que estoy trovando me he dado cuenta de que es un arte muy importante para el renacer la cultura de Antioquia”,.
dice
El retoñito de la trova llegó apenas hace seis meses a la Corporación Trovemos, por recomendación de un amigo de su familia.
“Hoy digo gracias a los que me quieren por todo lo que me han ayudado. Me han apoyado al momento de buscar rimas para las trovas. Me llevan a las clases. Me acompañan cuando estoy solo y también me ayudan con las tareas”,
declara el agradecido Toñito.
En esta Feria de las Flores, que se avecina para Medellín el próximo agosto, El retoñito de la trova va a participar en su primer festival. Será un sueño que cumplirá. Para esto, él se ha preparado practicando rimas, yendo muy juicioso a las clases y viendo videos de trova durante todo el año.
“En la trova existen dos ritmos: la trova dobletiada y la trova sencilla. Aunque sé hacer las dos, me sale más fluida la sencilla”.
Dice Antonio.
Las habilidades básicas de un trovador, según Antonio, son saber tocar el ukulele y buscar nuevas rimas constantemente; también, esforzarse en aprender nuevas palabras y, al momento de trovar, alzar el tono de voz y rimar en armonía.
A su corta edad, dice que se proyecta en un futuro como un experto trovador.
“Quiero seguir en la Corporación Trovemos. De aquí han salido muchos Reyes de la Trova, y yo también voy a conseguir ese título”,
sentencia.