Andrés Roldán celebra los dos reconocimientos recibidos por la Sala Música del Parque Explora en los Muse Awards, de la Alianza Americana de Museos.
Se describe como un “curioso por naturaleza”, que sin ser un científico per se le gusta entender el mundo y saber qué hay detrás de las cosas.
Ese atributo personal se ha convertido en un valor innegociable al escoger quién lo acompaña en su equipo del Parque Explora, al que le gusta añadirle la facilidad para interactuar en un entorno colaborativo con métodos de trabajo y pensamiento crítico, pues se niega a creer que los procesos creativos surjan en un “chispazo”.
Andrés Roldán dirige hace cinco años esta entidad que en mayo obtuvo dos reconocimientos internacionales en los Muse Awards, una ceremonia convocada por la Alianza Americana de Museos, que cuenta con cerca de 40 mil miembros entre instituciones culturales y profesionales del sector.
Los galardones fueron conseguidos por la Sala Música, abierta al público en octubre de 2018; uno por la experiencia interactiva Paisajes Musicales en la categoría de video y otro por la Sala Música en la categoría Experiencias Digitales.
Reconocimientos que resaltan el sentido creativo del Parque Explora, y que Andrés ha querido que sea un sello de la organización.
Andrés camina por la Sala Música y sus ojos se dejan llevar por la creatividad de los niños que la visitan. Estimulan su “orquesta propia”.
Quizá por eso se atreve a decir que “la creatividad es un atributo humano, no un don de los dioses, que tiene un proceso, una forma de moldearse; todos somos creativos”.
Se describe como un buen conversador, creyente de que el trabajo colaborativo lo hace “aprender de los otros y serles útil, y eso es vital en el modelo de negocio de esta organización”.
Una de sus tareas ha sido reunir en una misma mesa a científicos, diseñadores de ambientes y de espacios, además gráficos, divulgadores y comunicadores, para que sean capaces de consolidar lugares y “que lo allí se diga tenga sentido, que se viva una experiencia memorable y que una vez la persona lo viva, le quede en sus recuerdos”.
Por eso, desde que recién inicia el proceso de creación se les hace un campo a las preguntas que impliquen todas sus voces y con oídos abiertos y humildad “se agiten las preguntas que nos lleven a un mejor camino operativo”.
Por: Sebastián Aguirre Eastman / [email protected]